Buenos días, doy inicio al Otoño, con una deliciosa Tarta de Zanahoria con un relleno de crema de queso y una cobertura de caramelo salado.
Esta tarta se ha convertido en una de mis tartas favoritas. Al bizcocho tierno, esponjoso y jugoso, por efecto de la zanahoria, que además hace que aguante varios días perfecto, se le suma una deliciosa crema de queso con bajo contenido en azúcar y una textura maravillosa, y la salsa de caramelo salado redondea la composición. ¿Qué os voy a decir de esta salsa? ¡Es una de las grandes maravillas que nos ha dado la pastelería! Combina perfectamente con chocolate, queso, frutos secos... Si no la conocéis todavía, tenéis que descubrirla cuanto antes, en serio... ;)
Como siempre me gusta citar mis fuentes, os diré que la receta del bizcocho es de Webos Fritos. Después de probar varias recetas, he optado por la de Su, pues se consigue un bizcocho estupendo con una carga de grasa razonable.
¡Vamos con la receta! ¿Me acompañáis?
Cantidad: un molde de 18 cm de diámetro por 10 de alto (unas 8 raciones).
La tarta, tal y como se ve en la foto, se compone de: bizcocho de zanahoria, crema de queso y salsa de caramelo salado.
ELABORACIÓN
Mi método de trabajo, es el siguiente:
El primer día: hago el bizcocho y lo dejo reposar una vez horneado, envuelto en papel film hasta el día siguiente, para que la miga se asiente y se desarrolle el sabor; también preparo la salsa de caramelo salado y la conservo en nevera.
El segundo día, rebano el bizcocho en dos y preparo la crema de queso justo antes de rellenarlo.
EL BIZCOCHO DE ZANAHORIA
4 huevos M
150 gr de azúcar moreno (yo utilicé Azucar Mascobado, que podéis encontrar en El Amasadero)
150 gr de zanahorias (más o menos 3 piezas) peladas y ralladas
75 gr de aceite de oliva virgen extra (yo para repostería utilizo de la variedad Arbequina)
150 de harina de repostería, floja
8 gr de levadura química (tipo Royal)
Pizca de sal
1 cucharadita de canela en polvo
A destacar:
- El punto de batido de los huevos es el más importante a la hora de hacer un bizcocho de aceite. Hay que batirlos con energía y durante un tiempo prolongado para que cojan volumen, es decir, se formen burbujas de aire, que ayudarán al bizcocho a subir en el horno y coger el punto de esponjosidad adecuado.
- El aceite nos aportará, junto a las zanahorias, la jugosidad, pero es importante respetar las cantidades. He probado bizcochos de zanahoria demasiado aceitosos y completamente desagradables en boca. Este no es el caso. Importante también añadirlo poco a poco para que los huevos no se corten.
- Utilizaremos un harina floja, o de repostería, con un porcentaje bajo de proteína, entre un 8 y un 9%.
Precalentamos el horno a 160 ºC con calor arriba y abajo. Engrasamos el molde y forramos la base con papel de hornear.
Batimos los huevos con el azúcar unos minutos hasta que blanqueen y doblen su volumen.
Sin dejar de batir, añadimos el aceite en hilo, para que se vaya integrando sin que la mezcla de huevos se corte.
Incorporamos la zanahoria rallada y mezclamos delicadamente con la espátula.
Ahora es el turno de los secos, la harina, la levadura y la canela. Removemos justo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Vertemos la masa en el molde y damos unos golpecitos al molde para que se reparta por igual.
Horneamos de 40 a 45 minutos o hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo, este salga limpio.
Dejamos templar sobre una rejilla y luego lo envolvemos con papel film.
Al día siguiente lo partiremos en dos mitades.
Para la salsa de caramelo salado
180 gr de azúcar blanco
200 gr de nata (crema de leche) con un mínimo de 35% de materia grasa
50 gr mantequilla sin sal
1 cucharadita rasa de sal (al gusto)
Llevamos a hervor la nata (crema de leche) y apartamos del fuego.
Caramelizamos el azúcar, poco a poco: echamos una fina capa de azúcar y cuando se empiece a fundir por el borde, echamos la siguiente capa inclinando el cazo ligeramente para que se caramelice por igual y no se nos queme en los bordes. Es importante hacerlo así para que no cristalice.
Cuando el caramelo tenga un color avellana, añadimos la nata (crema de leche) en 3 veces batiendo cada vez con unas varillas. Cocinamos por 3 minutos, sin parar de remover.
Apartamos del fuego y añadimos la mantequilla y la sal. Mezclamos hasta que esté homogéneo.
Vertemos en un tarro y esperamos a que enfríe un poco, tapado con film a piel. Después, lo cerramos herméticamente.
Dejamos la crema en la nevera.
MI CREMA DE QUESO
(partiendo de una receta del blog Tartacadabra, con los años he ido creando mi propia versión, muy equilibrada en sus componentes. A diferencia de otras cremas de este tipo, no es nada empalagosa y la textura es perfecta para darle forma con manga)
200 gr de mantequilla sin sal de buena calidad a temperatura ambiente
190 gr de azúcar glacé o icing sugar
500 gr de queso crema (yo utilizo Quescrem) bien frío
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y esté bien cremosa y esponjosa. No seáis impacientes, puede tardar fácilmente unos 10 minutos.
En este punto, añadimos el queso crema a cucharadas y batimos justo hasta que se integre. Guardamos en nevera dentro de una manga con boquilla de estrella unos 10 minutos.
Cuando tengamos todas las preparaciones listas, procedemos con:
EL MONTAJE
Nivelamos el bizcocho si es necesario y luego los cortamos en dos rodajas iguales.
Rellenamos con la crema de queso.
Templamos la salsa de caramelo unos segundos en el microondas y a continuación la disponemos en la superficie de nuestra tarta, con una cucharilla. Empezamos con los laterales, vertiendo pequeñas cucharaditas para crear el efecto de goteo, y luego extendemos el resto hacia el centro.
Acabamos de decorar con la crema de queso, de la forma que más nos guste.
¡Tarta lista!
Variaciones
La zanahoria combina perfectamente con la naranja. ¿Y si añadimos un poco de ralladura de este cítrico al bizcocho o la crema?
Si no os gusta el queso, podéis rellenar el bizcocho con crema de vainilla, de chocolate... o servirlo tal cual, sin relleno.
Podéis decorarla como más os guste o, por ejemplo, con unas tejas de chocolate (receta aquí), con un coulis (tenéis también la receta aquí), con una nougatine de almendra y sésamo (receta)...
Conservación
La tarta aguanta unos 4 días en la nevera.
El caramelo dura meses dentro de un recipiente hermético.
La crema de queso es preferible hacerla justo antes de utilizarla.
El bizcocho, recién horneado, puede conservarse en el congelador por dos semanas, perfectamente envuelto con papel film o dentro de una bolsa de congelación. Descongelar a temperatura ambiente.
Muchísimas gracias por pasarte a ver la receta. Si te ha gustado, no te olvides de compartirla en tus redes sociales favoritas y/o de seguirme. Debajo de la entrada y en la parte superior derecha del blog, tienes los enlaces a las redes en las que tengo presencia.
Muchas gracias por estar ahí y un beso muy fuerte,