Dice la antigua canción que “algo se rompe en el alma cuando un amigo se va.” Y mi alma, hoy está rota de dolor; te has ido sin decirme adiós, sin un abrazo, nos has dejado en silencio, de pronto, sin avisar; te has marchado como el sol que se oculta en el horizonte; no pouedo creerlo, no es verdad, es un mal sueño del que voy a despertar y volveré a escucharte, a hablar contigo, a contarte cada detalle de mi día a día para al final decirte que te quiero.
Fuiste y siempre serás mi amiga, mi hermana, mi comadre, mi Ana.Hoy cae sobre mí el inmenso dolor y la tristeza, el desenfrenado cansancio del recuerdo de nuestros 50 años de cariño, toda una vida repleta de vivencias que se convierten hoy en añoranzas.
A ti confié mis secretos, a tu consuelo mis llantos, a tu paciencia mis historias, a tu alegría mi alegría; no existe un momento de mi vida que tú no formes parte de ella, siempre tú a mi lado, en los momentos más duros y difíciles: Ana; en los momentos más importantes profesional y personalmente: Ana; en mi felicidad estaba tu felicidad. Siempre Ana de Madrid.
Tú hiciste tuya, aquella canción que me decías que la escribieron para mí, escogiendo tus propias palabras, tus sentimientos; hoy la escucho y las lágrimas nublan mi vista, corren por mis mejillas y un nudo se hace en mi garganta. Duele, duele el alma.
Amiga mía, lo sé, sólo vives por él
Que lo sabe también, pero él no te ve
Como yo, suplicarle a mi boca que diga
Que me ha confesado entre copas
Que es con tu piel con quien sueña de noche
Y que enloqueces con cada botón que
Te desabrochas pensando en sus manos
Él no te ha visto temblar, esperando
Una palabra, algún gesto un abrazo
Él no te ve como yo suspirando
Con los ojitos abiertos de par en par
Escucharme nombrarle
!Ay, amiga mía! Lo sé y él también
Amiga mía, no sé qué decir
Ni qué hacer para verte feliz
Ojalá pudiera mandar en el alma o en la libertad
Que es lo que a él le hace falta
Llenarte los bolsillos de guerras ganadas
De sueños e ilusiones renovadas
Yo quiero regalarte una poesía
Tú piensas que estoy dando las noticias
Y amiga mía, princesa de un cuento infinito
Amiga mía, tan sólo pretendo que cuentes conmigo
Amiga mía, a ver si uno de estos días
Por fin aprendo
A hablar sin tener que dar tantos rodeos
Que toda esta historia me importa
Porque eres mi amiga, oh no
Amiga mía, princesa de un cuento infinito
Amiga mía, tan sólo pretendo que cuentes conmigo
Amiga mía, a ver si uno de estos días
Por fin aprendo
A hablar sin tener que dar tantos rodeos
Que toda esta historia me importa
Porque eres mi amiga
Amiga mía, princesa de un cuento infinito
Amiga mía, tan sólo pretendo que cuentes conmigo
Sabes que te recordaré en cada rumor de las olas, en la música de la mar en su ir y venir con los chinorros del rebalaje, como pasábamos aquellos lejanos días; te buscaré brillando entre las estrellas del negro firmamento de la noche malagueña con una copa de champán en la mano y nos volveremos a reir, a soñar; aspirando el olor de los jazmines insertados en una biznaga y te buscaré caminando tras el trono del Cautivo en los lunes malagueños por las calles de Málaga. Ésta Málaga que llegaste a adorar, que hiciste tuya y a la que siempre querías volver.
Te hablaré cada día, seguiré contando contigo y te continuaré diciendo, como siempre lo hacía, cuánto te quiero.
No, no me has dejado, no te has ido, vives y vivirás en mis recuerdos, en mi corazón, en mi memoria.pero ésto, ésto que has hecho, irte, dejarme si tus buenos días, buenas noches, si n oírte, sin tus regañinas, consejos, palabras de ánimo y cariño como si fueras una madre, una hermana, mi mejor amiga es “pa mear y no echar gotas” como tú decías, porque con tu ida, me has roto el alma.
In Memorian de “mi” Ana Herrero Escudero.
Y ella me animaría a seguir escribiendo y publicando, porque en definitiva la vida sigue. Hoy compartiría con quienes seguís “Mi Cocina” algunos de los muchisimos platos malagueños que tanto le gustaba, que aprendió a reconocer en sus viajes a Málaga, pero me he decidido por algo dulce, como era ella con quienes la conocían, unas castañas en almibar, que éstos días he preparado con mi corazón en su recuerdo.
¿CÓMO LAS HICE?
INGREDIENTES:
250 grms. de castañas, un vaso mediano de ron añejo, medio vaso de agua, 3 cucharadas soperas de azúcar moreno y 2 palos de canela en rama.
Nota: si gusta hacer las castañas en vez de con ron, con vino moscatel malagueño (en éste caso echar menos azúcar) e incluso con un buen coñac quedan realmente fantásticas.
LOS PASOS A SEGUIR:
Pelar las castañas retirando la cáscara dura.
Poner un cazo con agua, introducir las castañas y llevar a ebullición, dejándolas cocer una media hora a fuego medio. Apartar del fuego y dejar templar.
Ir sacándolas en pequeñas tandas e ir pelando una en una (si se enfrían costará trabajo pelarlas) con sumo cuidado la piel incluyendo las que quedan incrustada en los pliegues.
En una cacerola echar el ron junto con el azúcar, removiendo bien a fin de que se integren ambos ingredientes, incorporar la canela en rama y el agua.
Añadir las castañas y dejar cocer hasta comprobar que las castañas están tiernas y haya reducido el almibar hasta conseguir la consistencia deseada.
En mi caso no es para conservar por lo que procuro que el almibar espese.
Consejo:
Si quieren guardar durante tiempo y hacer conservas, tener preparados y esterilizados (hirviéndolos en agua) botes de cristal donde vayan a ser conservadas. Introducir las castañas dentro del recipiente y cubrir totalmente con el almíbar que para ésta ocasión debe ser lo más liquido posible. Tapar bien, dejando que se enfríen hirviéndolos en una cacerola profunda cubiertos los tarros con agua, durante unos quince minutos contados desde que comience el hervor. Dejar enfriar dentro del agua, sacarlos, secarlos bien y listas las castañas en conservas.
Época de castañas, días de otoño, de añoranzas y recuerdos, de momentos dulces....
Va por tí, allá donde estés ¡¡ Siempre en mi corazón, en mis recuerdos, en mi memoria !! "Mi" Ana de Madrid, mi amiga, mi hermana, mi comadre.