No sé si será la influencia italiana de estas vacaciones en las que pedía casi todo de pistacho o no sé, pero ha sido llegar a España y buscaba crema de pistacho por todas partes. El pistacho o pistacchio, como se le conoce allí, se ha convertido en un sabor más en muchas elaboraciones que compite con la crema de avellanas. Lo pude ver en los rellenos de los croissants o tabletas de chocolate, en tartas, helados, cremas de untar, en granella (dados pequeños) decorando muchos postres...un sinfín de combinaciones que me hace pensar si será un sabor establecido con el pasar de los años.
Aquí en España hay cada vez más plantaciones de pistacho. Andalucía tiene varias de ellas en zonas de Granada y Málaga. También se encuentran en Extremadura, Castilla La Mancha o Aragón...Estamos ante un boom de este fruto seco o ¿creéis que será una moda pasajera? Lo cierto es que cada vez tiene más demanda y se está plantando en terrenos de la "España vacía" donde no hay habitantes y se intenta dar producción a través de estos cultivos.
Estamos ante una demanda que comenzó como algo típico de Irán que luego se extendió por California y Grecia. En Italia es la isla de Sicilia la que más produce con la denominación propia del Pistacchio di Bronte, que nace en las colinas de la zona volcánica del Etna y se considera el oro verde siciliano. Como curiosidad, en siciliano al pistacho se le conoce como "frastuca" no lo habríamos imaginado nunca, ¿verdad? Lo que sí podéis imaginar son los deliciosos cannoli rellenos de este fruto seco espectacular por las calles de Palermo o Catania.
¿Estaremos nosotros ante un segundo oro verde después del aceite de oliva virgen extra? El tiempo lo dirá pero lo cierto es que este fruto seco tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Es rico en hierro, calcio, fósforo, magnesio y vitaminas que lo convierten en saludable si se consume con moderación.
Si aún no has probado nada con pistacho, te animo a que lo hagas pronto, porque su sabor es delicioso y hay cremas especialmente ricas. Esta cheesecake de pistacho viene para quedarse en nuestro recetario y, si no encuentras la crema por ningún lado, no te preocupes, que te explico cómo hacer una pasta de pistacho que te servirá para ésta y más elaboraciones. ¿Me acompañas? ¡Comenzamos!
Ingredientes: Molde 16 cm.
Para la base:
- 130 grs. galletas maria o digestive
- 70 grs. mantequilla derretida
Para la pasta de pistachos:
- 150 grs. pistachos molidos
- 90 grs. chocolate blanco
Para la cheesecake:
- 300 grs. queso de untar o mascarpone
- 200 grs. nata (crema de leche) para montar
- 170 grs. pasta de pistacho
- 4 hojas de gelatina
- 25 grs. azúcar blanco
*chocolate de cobertura y pistachos troceados para decorar
Preparación: En primer lugar comenzamos con la base de galletas. Las ponemos en un procesador de alimentos o bien las envolvemos en un paño y las vamos triturando con la ayuda de un rodillo de cocina.
Una vez que estén bien finas, le agregamos la mantequilla derretida hasta que se haga una pasta. Forramos el molde en base y laterales con papel vegetal que fijaremos con un poco de mantequilla. Si disponéis de acetato para los laterales, mejor que mejor.
Vertemos la pasta de galleta que repartimos de manera uniforme ayudándonos de una cuchara. Llevamos a la nevera media hora.
Ahora procedemos al relleno de nuestra cheesecake. Para ello vamos a necesitar la pasta de pistacho. Aquí en España es algo difícil conseguirla pero podemos hacerla casera...¿Quién dijo miedo?
Trituramos los pistachos en polvo y añadimos chocolate blanco fundido, removemos bien y conservamos en un tarro de cristal en la nevera. Durante un mes podemos hacer varias elaboraciones como galletas, bizcochos o esta maravillosa tarta de queso. ¿Continuamos?
Para proceder al relleno de nuestro postre, ponemos la gelatina en agua fría, La dejamos al menos 10 minutos. Reservamos unos 50 ml. de nata (crema de leche) para calentarla y agregarle la gelatina hasta que se disuelva. El resto de la nata (crema de leche) la montamos junto con el azúcar hasta que esté bien firme. Reservamos.
Batimos con unas varillas el queso junto a la pasta de pistacho hasta que tenga una textura homogénea.
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Añadimos a la mezcla de queso y mascarpone, la nata (crema de leche) con la gelatina. No lo haremos de golpe, lo haremos en dos veces realizando movimientos envolventes con una espátula.
Después añadimos la nata montada (crema de leche) del mismo modo. Una vez bien integrada nuestra crema, la vertemos y nivelamos en el molde hasta que esté bien liso. Llevamos a la nevera al menos 4 horas.
Una vez pasado este tiempo, decoramos con chocolate fundido en una manga y unos pistachos troceados. Podéis hacer una cobertura de chocolate si queréis, quedará ideal igualmente.
No sé si sóis tan adictos al pistacho como yo pero os aseguro que el sabor de esta cheesecake sorprende. Primero porque sabe a pistacho pero el queso lo suaviza y no resulta pesado al paladar. Segundo porque es muy cremosa y disfrutarás cada cucharada.
Si tienes a mano crema de pistacho ponte manos a la obra porque no defrauda y es un postre espectacular, ya sea para darnos un homenaje, disfrutar con la familia o con invitados. Será el rey de la velada.
En verano es un postre perfecto porque apetece un bocado fresquito y porque es una ricura, ya me contarás. Si estás pensando en otras ideas para el otoño, te recomiendo estas galletas o madeleines de pistacho. ¡Te encantarán!
Vuelvo pronto con más recetitas.
¡Un abrazo a todos!
Maribel García