Cada vez quedamos menos por estos mundos blogueros, todo el que puede se va de vacaciones y el que no, se toma unas semanas de descanso. Con estas temperaturas no apetece cocinar y mucho menos sacar fotos mientras la cocina es un infierno.
Sobre esto de las temperaturas aprovecho para reivindicar algo que me tiene frita toda la vida, así que hago un llamamiento a las cadenas de televisión. Señores y señoras de la tele: las Islas Baleares están a la derecha, en el Mediterráneo... todo el mundo lo sabe... pero en la tele sólo se intuye porque los del tiempo nos tapan una y otra vez.
Lo más ridículo es que todos acabamos torciendo el cuello como si pudiéramos ver detrás del meteorólogo de turno. Los que no viven aquí no se imaginan la frustración que arrastramos día a día viendo el tiempo a medias, así que por favor ¿es tan difícil explicar el tiempo y a la vez sacar TODO el mapa de España? ¿Por qué las Canarias tienen enchufe y las suben de su lugar para que se vean bien, ehhh???
Bueno, vuelvo a la receta de hoy, una receta con la única pretensión de que no te pegues ninguna paliza en la cocina, que hace muchísimo calor. Además de las ensaladas con las que al final del verano se nos va a quedar a todos cara de lechuga, se imponen los platos rápidos tipo filete de lo que sea a la plancha y si te quedas con hambre a comer fruta que es muy sana.
Pues esto es lo de hoy, una carne a la plancha con una salsita de limón y cebolla para darle otro aire a las chuletas de cerdo. Me gustan mucho más estas chuletas de aguja que las otras que son más secas, pero eso va a gustos, y también lo puedes hacer con filetes de pollo si prefieres.
Vamos a cocinar un poco, pero literalmente.
Ingredientes (2 raciones):
- 2 chuletas de aguja de cerdo
- 2 dientes de ajo
- media cebolla
- perejil fresco (1 cucharada)
- el zumo de 1 limón
- 1 vasito de caldo de pollo o carne
- sal
Elaboración:
1. Sazonamos las chuletas de aguja y las hacemos en una sartén hasta que estén a nuestro gusto y las reservamos (por ejemplo dentro del micro para que no se enfríen).
2. En la misma sartén pochamos la cebolla picada con los dientes de ajo hasta que la cebolla esté transparente y blandita.
3. Incorporamos el caldo de pollo ( o media pastilla de caldo disuelta en un vaso de agua) y el zumo de limón.
4. Dejamos que se reduzca esta salsa durante diez minutos aproximadamente y finalmente añadimos el perejil picado.
Servimos las chuletas con la salsita por encima y las acompañamos con unas patatas fritas o una buena ensalada verde.
¡¡Listo!!
¡¡Nos vemos la semana próxima!!
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