La Cocina Typical Spanish de este mes nos ha propuesto un reto que me ha gustado mucho. Teníamos que cocinar un plato inspirado en algún libro que hubiésemos leído o que fuésemos a leer.
Supe que tenía que elegir una receta de un libro que me haya gustado mucho. Venían a mi cabeza libros claramente inspirados en la cocina como “Chocolat” o “Como agua para chocolate”. Pero, aunque han sido libros que me han gustado, no se encuentran entre mis cinco obras preferidas. Hurgando en mi cabeza, finalmente se hizo la luz y encontré mi libro. Ese libro que a pesar del tiempo que ha pasado desde que lo leí permanece en mi cabeza. Ha viajado conmigo en la historia de mi vida, y sigue ahí.
“Madre, ¿estás haciendo una escena? —Ignacio preguntó irritado.— ¿No puedes ver que la señorita Darlene y yo estamos hablando? Tú traes pasteles. Cómelos. Siempre te quejas de que nunca vas a ninguna parte. Me hubiera imaginado que estarías disfrutando de tu noche en la ciudad.
Ignacio estaba de vuelta en el radar, por lo que la señora Reilly urgó en sus cajas y se comió un brownie
.— ¿Sólo uno? —preguntó el camarero
— Son agradables.”
John Kennedy Tool “La conjura de los necios”
Este libro trata de las peripecias de Ignatius J. Reilly, un hombrecito excéntrico que debe buscar trabajo para conseguir pagar una deuda y, a la vez, que se embarca en una serie de estrambóticas aventuras con el objetivo de rivalizar con una amiga para generar agitación social.
El autor, John Kennedy Toole no vio su obra publicada, envió la novela a varias editoriales; todas la rechazaron. Finalmente deprimido por todo esto se quitó la vida a la edad de 31 años.
Su madre, al encontrar el manuscrito del libro, se empeñó en ver publicada la obra de su hijo y lo llevó a distintas editoriales. Volvieron a rechazarla en numerosas ocasiones. Finalmente contactó con un escritor Walker Percy y prácticamente le obligó a leer el manuscrito. Percy contó en el prólogo de “La conjura de los necios” que, al principio, receló de leerla. Pero, cuando tras mucho insistir aceptó hacerlo, quedó maravillado: no le parecía posible que la novela fuera tan buena.
La novela recibió el premio Pulitzer, fue un éxito editorial y apareció en las listas de libros más vendidos en muchos países.
Y ahora la receta que me inspira este libro: el brownie: es americano como John Kennedy Toole, se nombra varias veces a lo largo del libro y, además, tiene las mimas connotaciones que el libro: marrón, oscuro y pringoso.
Pero claro, el reto de La Cocina Typical Spanish pone en su primera base y principal, que se tienen que elaborar recetas típicas españolas y ¡claro! el brownie no es muy español. Por eso, inspirándome en este dulce, he elaborado una receta típica de mi tierra: Valencia y he elaborado una coca de llanda pero de chocolate (para que se parezca al brownie).
Ingredientes:
400 gramos de harina
Un vaso de cacao en polvo tipo nesquick o colacao.
300 gramos de azúcar
4 huevos
4 sobrecitos de cada color de papelitos de gaseosa (Litines)
Medio vaso de aceite
Separar las yemas de las claras. Montar las claras a punto de nieve.
Aparte, batir las yemas con el azúcar hasta que se blanqueen. Agregar a esta mezcla la leche y el aceite. Batir.
Unir la harina, el cacao y los papelitos de gaseosas e incorporarlas poco a poco a la mezcla anterior utilizando el tamiz.
Lo último, añadir las claras a punto de nieve mezclando con movimientos envolventes para que quede lo más esponjoso posible.
Poner un papel de horno en la bandeja ( o llanda en valenciano, que significa “lata”) y untarla de mantequilla.
Horno arriba y abajo a 180ºC durante ¿qué diría yo? Unos 45 minutos porque depende mucho del horno. Pero, para estar tranquilos se puede usar la prueba del tenedor: se pincha el bizcocho con el tenedor y si sale limpio es que ya está.
Sacamos la coca y le tiramos por encima fideos de chocolate. Volvemos a ponerlo en el horno apagado para que, con el calor residual, se fundan un poco (y digo un poco) los fideos de chocolate.