Ha sido proclamada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco en varios países, entre ellos España, Grecia, Italia y Portugal. Fue en 1948 cuando se empezó a acuñar este término gracias al epidemiólogo Leland G. Allbaugh que estudió el modo de vida de los habitantes de la isla de Creta y comparó su alimentación con la de Grecia y EE UU. Por su parte, el fisiólogo norteamericano Ancel Keys, que encabezó un estudio sobre las enfermedades coronarias, el colesterol de la sangre y el estilo de vida de siete países (Italia, Yugoslavia, Grecia, Países Bajos, Finlandia, EE UU y Japón) contribuyó también a su difusión.
La dieta mediterránea se basa en diez principios o ideas:
UTILIZAR EL ACEITE DE OLIVA COMO PRINCIPAL GRASA DE ADICIÓN. Es el aceite más utilizado en la cocina mediterránea. Rico en vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados (grasas buenas) es cardioprotector.
CONSUMIR ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL EN ABUNDANCIA: FRUTAS, VERDURAS, LEGUMBRES, CHAMPIÑONES Y FRUTOS SECOS. Son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan al mismo tiempo, una gran cantidad de agua. Por su contenido elevado en antioxidantes y fibra pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
EL PAN Y LOS ALIMENTOS PROCEDENTES DE CEREALES (PASTA, ARROZ Y ESPECIALMENTE SUS PRODUCTOS INTEGRALES) DEBERÍAN FORMAR PARTE DE LA ALIMENTACIÓN DIARIA. Aportan una parte importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias.
LOS ALIMENTOS POCO PROCESADOS, FRESCOS Y DE TEMPORADA SON LOS MÁS ADECUADOS. Este es el caso de las frutas y verduras, tanto por su aportación de nutrientes como por su aroma y sabor.
CONSUMIR DIARIAMENTE PRODUCTOS LÁCTEOS, PRINCIPALMENTE YOGURT Y QUESOS. Los productos lácteos son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc) y vitaminas. El consumo yogur y sus derivados se asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal.
LA CARNE ROJA SE TENDRÍA QUE CONSUMIR CON MODERACIÓN Y SI PUEDE SER COMO PARTE DE GUISOS Y OTRAS RECETAS. Y LAS CARNES PROCESADAS EN CANTIDADES PEQUEÑAS Y COMO INGREDIENTES DE BOCADILLOS Y PLATOS. Deben consumirse preferentemente carnes magras (más contenido de carne).
CONSUMIR PESCADO EN ABUNDANCIA Y HUEVOS CON MODERACIÓN. Se recomienda el consumo de pescado azul como mínimo una o dos veces a la semana ya que sus grasas protegen frente a enfermedades cardiovasculares. Los huevos contienen proteínas de muy buena calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales que los convierten en un alimento muy rico.
LA FRUTA FRESCA TENDRÍA QUE SER EL POSTRE HABITUAL. LOS DULCES Y PASTELES DEBERÍAN CONSUMIRSE OCASIONALMENTE. Las frutas son también una buena alternativa a media mañana y como merienda.
EL AGUA ES LA BEBIDA POR EXCELENCIA EN EL MEDITERRÁNEO. EL VINO DEBE TOMARSE CON MODERACIÓN Y DURANTE LAS COMIDAS.
REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA TODOS LOS DÍAS, YA QUE ES TAN IMPORTANTE COMO COMER ADECUADAMENTE PARA CONSERVAR UNA BUENA SALUD
¿Dónde encaja el cochinillo en la dieta mediterránea? seis ideas que lo explican
La carne, y en concreto la del cochinillo y cordero lechal, son perfectamente compatibles con la dieta mediterránea.
La dieta mediterránea se caracteriza por la riqueza en alimentos, pero una buena combinación de los mismos es igualmente importante. Por ello, hay alimentos que se recomiendan diariamente como es el caso de frutas y verduras, por ejemplo. Hay también alimentos que se recomiendan con regularidad semanal como es el caso de las carnes donde estarían englobados el cochinillo y el cordero asado.
Centrándonos en la carne, debemos recordar que existen carnes blancas y rojas. En la dieta mediterránea las carnes blancas son más recomendadas en consumos semanales que las rojas ya que, por sus propiedades, se consideran más saludables que las rojas. Las carnes blancas tradicionales son las de pollo, pavo y conejo. El cochinillo y cordero lechal son los únicos animales cuya carne se considera dentro de la clasificación de carnes blancas cuando son lechales y como carnes rojas cuando el animal es adulto. Por tanto, este es un claro ejemplo del alto valor nutricional del cochinillo y el cordero lechal.
Tanto el cochinillo como el cordero asado cumplen además con una serie de principios muy en la línea de la dieta mediterránea:
Grasas: tanto el cochinillo como el cordero poseen mayor proporción de grasas monoinsaturadas, también denominadas "grasas buenas" que saturadas (grasas no saludables). Para explicarlo mejor, debemos recordar que existen grasas saturadas, que son las grasas menos saludables y que debemos evitar, monoinsaturadas, las que tienen en mayor proporción los corderos y cochinillo lechales (también el aceite de oliva, principio fundamental de la dieta mediterránea). Las grasas monoinsaturadas son necesarias para el organismo, ya que nuestro cuerpo necesita también grasas (de las saludables como estas) para mantenerse y nutrirse adecuadamente, siempre en correcta conexión con el resto de nutrientes necesarios (vitaminas, mnerales, etc.). El cochinillo y cordero lechal poseen además grasas poliinsaturadas que son también grasas saludables. Estas mismas grasas las contiene el pescado, muy recomendado también en la dieta mediterránea.
Agua: otro componente que tienen en mayor proporción los cochinillos y corderos lechales es el agua.
Alimentos sin procesar. Por último, y no menos importante, hay que remarcar que estos animales, para cumplir con su estándar de calidad, no pueden haber sido medicados, tan solo alimentados con leche materna (como mucho se les puede dar hierro, al ser lechales). Es por ello que tanto el cochinillo como el cordero son delicias culinarias ricas en propiedades nutritivas y elaboradas de manera natural, sin ningún procesado.
Consulta el documento completo sobre el valor nutricional del cochinillo, elaborado por el ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente.
Pirámide de alimentos y recomendación de consumos, según la dieta mediterránea:
*Fuentes: Dietamediterranea.com, wikipedia.org, infosalus.com, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente, sabormediterraneo.com