Enterrar los alimentos en sal gorda, al contrario de lo que pueda parecer, es una técnica saludable. Los alimentos, normalmente pescados y carnes, no saben salados y quedan especialmente jugosos. ¿Cómo es eso posible?
Al enterrar la carne o pescado en sal gorda, e introducirlos en el horno, la capa de sal bloquea la salida de nutrientes y absorbe la grasa del alimento, cocinándolo en su propio jugo. Los pescados adquieren un magnífico sabor, y una textura exquisita, y las carnes se tornan jugosas y sin una gota de grasa.
Lo mejor de todo es lo sencillo de su realización. En una bandeja, colocamos una capa de sal gorda. Después, metemos el pescado o carne que deseamos hacer, y lo cubrimos por completo con otra gruesa capa de sal. Para finalizar, rociamos con unas gotas de agua, precalentamos el horno, y a dentro, respetando el tiempo estimado para cada receta (entre unos 30 y 60 minutos).
La lubina a la sal es la receta más famosa hecha con esta técnica (como muestra la fantástica receta de nuestra amiga, que os dejaré a continuación), pero también el lomo de cerdo a la sal es bastante popular.
Ingredientes para None comensales
1 Lubina,1 Kg de Sal gorda,Finas Hierbas (Opcional)La Lubina debe estar sin tripa, pero con escamas, para evitar que se seque. Precalentar el horno a 180ºC. Limpiar la lubina y reservar. Poner en una fuente una capa fina de sal gorda, y encima colocar la lubina. La cubrimos con sal gorda, y ponemos especias aromáticas mezcladas con la sal. Rociamos la sal con unas gotas de agua y la presionamos contra la lubina con las manos húmedas. Si queréis una costra más dura, añadid una clara de uevo a la sal. Horneamos durante 25 minutos y la sacamos. Sin dejarla reporsar para evitar que se seque, rompemos la costra de sal y servimos con el acompañamiento que más nos guste.
Fuente: bocadoscaseros.com
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