El pescado cocinado a la sal es una opción perfecta para tomar pescado de una manera sana, dando importancia al producto y destacando únicamente su sabor natural.
La lubina a la sal es un clásico que puedes preparar en casa si tienes invitados y para los celíacos es ideal ya que al utilizar tan pocos ingredientes no tendrás problemas de contaminación. Es una receta sencilla, muy cómoda y que suele gustar a todo el mundo.
Puedes hacer la misma receta con dorada, también te quedará muy rica.
Nosotros la preparamos ayer para comer, siguiendo la receta al pie de la letra que encontramos en un libro antiguo de cocina de mi madre que nos gusta mucho y que ya es todo un mito.
Aquí os dejamos todos los pasos.
INGREDIENTES:
– 1 lubina entera, la nuestra pesaba 1 kilo y medio
– 2 kilos de sal gorda
– 1 yema de huevo
– agua
ELABORACIÓN:
Para preparar el pesado a la sal, le tenemos que decir al pescadero que limpie el pescado para cocinarlo así, lo dejará limpio por dentro y de escamas, pero entero.
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 200ºC.
En un bol grande mezclamos la sal gorda con la yema de huevo batida y un poco de agua. La yema de huevo se utiliza para que la sal quede más compacta. Por lo que he leído en Internet, la mayoría de las recetas de lubina a la sal hablan de utilizar la clara del huevo y no la yema, pero en nuestro libro decían yema, así que, así lo hemos hecho nosotros.
Dejamos reposar la mezcla, y preparamos con papel de aluminio un molde con la forma de nuestra lubina. Este molde ayudará a que la sal no se desparrame, que no se pegue en la bandeja y que sea bastante más cómodo a la hora de limpiarla después.
Colocamos el molde de papel de aluminio en la bandeja de horno, añadimos una cama con la mezcla de sal, encima ponemos la lubina y cubrimos con más sal el pescado. Es importante tapar la lubina muy bien por todos los lados, para que se cocine bien y no nos quede salada.
Colocamos la bandeja a media altura, con calor arriba y abajo y lo dejamos a 200ºC durante 35 minutos.
Cuando el tiempo haya pasado, sacamos la bandeja del horno, rompemos la costra de sal con un mazo y limpiamos con cuidado el pescado retirando la piel y sirviendo la lubina sin las espinas.
Nuestra lubina a la sal la podemos acompañar con unas patatas cocidas, verduras al vapor y una salsa holandesa o alioli. ¿Os animáis a prepararla? ;)
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