¡¡Come comida!!
Con esta simple afirmación comenzó la duda que me ha estado asaltando hasta el momento en que me he puesto a escribir este articulo:
¿Acaso no estamos comiendo comida ya?
¿Llamamos demasiado a la ligera comida a todo lo que nos llevamos a la boca?
¿Hacia donde nos estamos dirigiendo con esta afirmación?
¡¡Come Comida!!
Desde que oí esa expresión una parte de mi ha cambiado y no me refiero a que quiera dejar de comer carne, gluten o lactosa, si no a que:
¿estamos etiquetando como comida todo lo que sea comestible? Pero...
¿Acaso lo comestible no es comida?
Siento comenzar un articulo con tanta incertidumbre por eso creo que lo mejor de todo es que comience por el principio:
Hace unos días me vi inmerso en un fantastico documental de esos que echan por la 2 de TVE, a simple vista un aburrido, soso y vulgar documental de esos que pasas rapidamente para buscar algo en la tele mucho más interesante. Pero no fue eso lo que pasó, en su lugar dejé el mando a distancia bien colocado en su lugar y me detuve con cada argumento, palabra y documento que sacaban a relucir en la hora y pico que duró:
Parece ser que todo comenzó despues de la segunda guerra mundial, cuando por falta de alimentos y al ver que las harinas integrales (fuentes básicas de alimentos de la población), se corrompian demasiado pronto y había que tirarlas a la basura, provocando hambrunas y perdidas económicas.
En ese momento fue donde comenzo la tan temible industria alimentaria, por hacer una favor a la humanidad nos encargamos de quitar la parte integral de los granos de cereal para favorecer la larga durabilidad de las harinas, ya blancas y refinadas, convirtiendolas en productos casi imperecederos, podían almacenarse durante mucho tiempo y no se estropeaban ni se ponían malas.
Pero claro, nunca fue oro todo lo que reluce, no sólo se quitaron de enmedio el problema del almacenamiento, de la caducidad y las perdidas económicas si no, que quitaron todo rastro de propiedades beneficiosas que pudieran aportarnos dichos cereales saliendo a la palestra terribles enfermedades por falta de nutrientes. Enfermedades que se dieron cuenta que desaparecian por arte de magia una vez que le dabas al paciente el alimento completo que necesitaba.
Os preguntaréis ¿Que hizo la industria alimentaria para cubrir estas terribles carencias? pues bien, lo que un día tuvo un grano de cereal, ellos se lo quitaron para despues volver a meterselo de manera artificial y así nació:
La nutrición:
Parece ser que antes de estos acontecimientos nadie se preguntaba sobre lo que son las grasas, que es una caloría o el tema de los azúcares y los hidratos de carbono. No voy a entrar en este articulo a detallar lo que son cada uno de ellos pues los que me seguís ya habréis leido otros articulos mios donde los detallo a conciencia y si queréis volver a leerlo os dejo el enlace a dicho articulo a continuación:
"Guia Completa sobre la información Nutricional"
Comenzaron introduciendo en el mercado pastillas de calcio que más tarde comenzaron a meter en el pan, concretamente en el pan de molde tierno, si, si, el que es como el pan bimbo y a partir de ese momento se desencadeno una industria de la nutrición donde todo el mundo competía por ser los "alimentos" con más beneficios nutricionales por gramo de producto llenando las estanterias de las tiendas de alimentación y supermercados de la epoca.
La tecnología también aportó su granito de arena en este aspecto pues con la llegada, por ejemplo, del microondas, la industria volvío a dar una vuelta de tuerca a la alimentación de las familias estandar con la comida preelaborada, congelada y procesada. Todo un salto en calidad de vida, ¿o no?
Todo resultaba mucho más fácil de preparar, sólo había que meter unas bandejas unos minutos en esos fabulosos aparatos del futuro para tener en un momento una comida, cena o desayuno completo sin ningún tipo de esfuerzo pero terrible error cuando comenzaron los problemas cardiacos, el colesterol y las muertes por enfermedades cardiovasculares debido a que la mayoría de esos alimentos estaban inyectados con grasas hidrogenadas para una mayor durabilidad del producto, en ese momento comenzó una guerra contra las grasas sin cuartel.
En los EE.UU declararon la guerra a las grasas de una manera brutal y todo tendría que haber sido satisfecho con el paso de las decadas pero, no podía ser tan fácil, no fue así, en su lugar cada vez había una población más y más obesa, resulta que la grasa no era lo peor que nos podía pasar, había un asesino silencioso detras de ella y oculto a nuestros ojos, su nombre:
El Azúcar:
Resulta que nuestro cuerpo sólo es capaz de absorver una cantidad muy pequeña de azucar, el resto, acaba siendo almacenado por nuestro organismo para futuras necesidades del mismo en forma de grasa.
El azucar tambien resulta terrible para el pancreas, que segrega la insulina, llevandole al extremo y desencadenando problemas como la diabetes.
Si al azúcar juntamos tambien los hidratos de carbono que obtenemos de las pastas que son elaboradas con las harinas blancas refinadas de las que hablabamos al principio y de los cuales la mayoría nunca llegamos a consumir y se nos acumulan tambien en forma de grasas, el resultado en una sociedad obesa, con problemas de sobrepeso, de corazón, de circulación, problemas adjuntos como la diabetes, etc...
Come menos y mejor.
El documental me iba guiando por un camino hacia lo sano, lo saludable desde un punto de vista racional, así me dió la clave a la hora de comprar, los productos sanos no tienen etiquetas de colores llamativos ni nos muestran escritos sobre ellos las innumerables cualidades beneficiosas que tienen para nuestros cuerpos, jamas veremos una manzana, una lechuga o un repollo donde ponga alto contenido en calcio u 8 vitaminas esenciales.....
Tambien atacaba de raiz el problema de la carne, la carne es buena e indispensable pero comemos mucha, objetivo menos carne pero no fuera de una buena dieta.
Resulta que todo está delante de nuestras narices siempre pero nos dejamos embaucar por tanto anuncio y tanta palabrería cuando lo unico que tenemos que hacer es:
Comer menos cantidad
Mayoritariamente vegetales
Dedicarle el mismo tiempo que hemos dedicado a cocinar en comer
Ingerir harinas integrales o parcialmente integrales
Evitar todo tipo de alimento preparado, congelado, manipulado o comida procesada.
No comer nada que no haya sido hecho por un ser humano
Como moraleja de todo esto yo saco que lo que hacemos no son avances y mejoras en nuestras vidas si no que vamos parcheando los errores que nosotros mismos cometemos en el pasado. Quizas si no hubieramos tocado nada la cosa sería diferente ¿O no? Quien sabe, somos como somos y lo que comemos.
Parecen todo obviedades, pero he de reconocer que desde que me fijo mucho más en los productos que compro, que he dejado de consumir alimentos fabricados en una planta de producción y que sólo compro alimentos que hayan crecido en un planta así como de carnes de procedencia cercana a donde vivo y sólo meto en mi cocina harinas integrales al 100% he de decir que si no he perdido peso, jejeje, si que puedo decir que me encuentro menos pesado y más activo, tengo menos ansiedad debido a que el incremento de glucosa en sangre es menor y por ende mi cuerpo no necesita producir tanta insulina y eso se transmite en menos ganas de asaltar la nevera a horas intempestivas.
Una variedad en la dieta que seguro os sirve de mucha ayuda.
¿Te atreves a cambiar de hábitos? Espero tus comentarios.
Os dejo el documental por si queréis echarle un vistazo pues habla de muchas más cosas.