Si algo carácteriza a Huelva, aparte de por sus maravillosas playas, es por las magníficas gambas blancas que allí encontramos, porque hay gambas y gambas, pero la gamba blanca de Huelva es la reina por excelencia, por su sabor, por su ternura y por la gran variedad de platos que ésta ofrece a la hora de cocinarla.
Hoy más que una receta, os propongo una manera facilísima de prepararlas; cocidas y espolvoreadas con sal gorda. Resultan realmente deliciosas.
INGREDIENTES:
1 Kg. de gambas blancas de Huelva.
Sal marina fina.
Sal gorda.
Agua.
Hielo.
PREPARACIÓN:
Ponemos una olla con agua y un un puñadito de sal marina a calentar.
Mientras tanto, en un bol hondo, vertemos abundante agua fría y bastante sal marina, removiendo hasta que la sal se disuelva en el agua. En ese momento añadimos hielo en cantidad, hasta casi llenar el bol.
Cuando el agua comience a hervir, echamos las gambas y apagamos el fuego y las tenemos dentro unos dos minutos aproximadamente. (Las gambas rojas del Mediterráneo necesitan más tiempo, entre tres y cuatro minutos dependiendo del tamaño.)
Transcurridos los dos minutos, sacamos las gambas de la olla y las introducimos en el bol reservado con el agua y el hielo para cortar la cocción. (Este proceso le da brillo al caparazón y endurece la carne de la gamba).
Sacamos, disponemos las gambas en una fuente y espolvoreamos con sal gorda.