Esta maniobra debe ser muy cuidadosa y se realizará de forma muy sutil y lenta. Recordemos que los vinos blancos en su mayoría y los vinos espirituosos, ni requieren ni aprovechan la decantación. Principalmente es una labor destinada a los vinos tintos.
4 Instrumentos necesarios para la decantación:
Un decantador de vino son botellas o jarras de vidrio de cuello alargado. Para los vinos jóvenes de una buena cosecha, es aconsejable usar un decantador de base plana y ancha, con el fin de favorecer el intercambio entre el vino y el aire, mientras que para los vinos viejos y cansados es más recomendable proceder con un decantador que no deje más que un poco de aire en la superficie del vino. Existen distintos tipos de decantadores según las necesidades.
El embudo preferentemente de vidrio o soporte de decantación. Los embudos son un invento inglés del siglo XIX que entonces se utilizaba para los oportos vintage. Normalmente el embudo tiene dos filtros, uno fino para las impurezas más diminutas y otro de campana para retener los posos más gruesos.
La varilla escurridora de decantadores. La varilla forma parte de una peana para introducir el decantador o la jarra una vez lavada. Facilita un mejor escurrido y una mejor estética conservación del decantador.
Una vela que permita ver a través del cuello de la botella cualquier sedimento, mientras estemos realizando el trasvase del vino de la botella al decantador. Lo ideal es colocar la vela a una distancia prudente de la botella, de esa manera no oscurecerá la botella ni afectará al vino.
Paso previo a la decantación
Se aconseja que la botella permanezca vertical al menos 24 horas antes de la decantación, así ayudaremos a que los posos se asienten en el fondo de la botella.
Cómo utilizar el decantador
Cuando el vino es muy cerrado la decantación se realizará rompiéndolo contra el vidrio, de tal forma que producirá espuma y facilitará su oxigenación. Por lo general, es conveniente decantar los vinos viejos justo antes de su servicio, pero con sumo cuidado de no remover un vino de este tipo antes de la decantación. Si la botella ha permanecido recostada, los posos se localizarán en un costado, por lo cual es recomendable mantenerla en esa posición desde el botellero o la bodega hasta su decantación. En este caso puede ayudar el servirlo en una cestilla y será desde aquí donde cortaremos la cápsula, manteniendo la botella en la cesta y limpiando la boca y el cuello de la botella. Con la vela iluminando el cuello y hombro de la botella, podremos controlar los depósitos. Inclinaremos suavemente la botella sin remover los posos, y lentamente vertiremos el vino a través del embudo del decantador sin interrupciones hasta que veamos que el depósito llega al cuello.
Cuando el vino es menos cerrado necesitará menos oxigenación, por lo tanto dejaremos que resbale por las paredes del decanter. La decantación de los vinos jóvenes es más sencilla. Bastará con abrir la botella y verter su contenido en una jarra o decantador apropiado, sin necesidad de utilizar iluminación especial, ya que no existe el peligro de los posos.
En ambos casos, los sumilleres recomiendan, bien sean vinos jóvenes o viejos, que sean decantados 1 hora antes de su consumo. Aunque hay quien asegura que en el caso de los vinos menos cerrados, son suficiente 20 minutos.
Paso posterior a la decantación
Cuando el vino se ha decantado, lo apropiado es consumirlo en su totalidad, ya que el contacto con el oxígeno acelerara el proceso de oxidación, provocando la perdida de sus propiedades originales y su vitalidad.
Para terminar, recomendamos lavar el decantador únicamente con agua mineral para eliminar olores y restos, nunca utilizaremos jabón ni un estropajo agresivo.