1. Austero
Se trata de un vino sin expresividad, algo tosco, sin complejidad. Un vino austero puede mantener equilibrio en la acidez e incluso notas frescas en boca, sin resaltar ninguna cualidad. Suele darse en vinos elaborados con uvas de género neutro y vulgar que no han alcanzado su madurez.
2. Carnoso
Sí, lo primero que se nos viene a la cabeza es una de las esculturas de Fernando Botero. Algo tiene que ver con el vino, ya que un vino denso produce sensaciones táctiles de mucho cuerpo al degustarse, incluso masticables, es decir, carnoso.
3. Cerrado
En Vinos 101 explicamos porque se debe decantar un vino cerrado. Un vino embotellado de largo envejecimiento, atraviesa una etapa por la cual apenas expresa sus aromas. Ayudaremos al vino a desarrollar sus cualidades organolépticas al airearlo o decantarlo. Los aromas que presenta un vino cerrado son terciarios o también denominado “bouquet”. Descubriremos aromas balsámicos, torrefacto, madera, cuero, café, ahumado…. Alcanza una etapa de gran complejidad que no te puedes perder.
4. Complejo
Adjetivo aromático y gustativo dedicado a los vinos ricos en matices sensoriales de aromas y sabores pero a la vez equilibrados y armónicos. Un vino complejo es aquel que exhibe un “bouquet” expresivo y completo, vino bien elaborado y armonizado. La cualidades aportadas por la madurez, el terruño, las variedades nobles y la crianza precisa contribuyen a la complejidad.
5. Cuerpo
El cuerpo del vino está determinado en gran medida por la fuerza alcohólica y es un aspecto fundamental en la cata de vinos. Recordemos que cuanto más cuerpo tenga un vino, menos acuoso nos parecerá en boca. Será un vino con materia, estructura, carnosidad, con valores gustativos. En definitiva, un vino con fuerza y plenitud.
6. Duro
Cuando es ácido y tánico a la vez lo describimos como duro. Carece de finura y es astringente. En el caso de no dejarlo largo tiempo en crianza, podría llegar a resultar imbebible. El ácido tártarico es el responsable de la alta acidez.
7. Generoso
Vinos generosos son aquellos vinos elaborados con prácticas especiales de adición de alcohol. Obtendremos de ellos sensaciones alcohólicas y dulce a la vez, o en lugar de dulce, pueden ser secos o abocados.
8. Graso
Fácil de identificar, el vino graso forma gotas en la copa de tacto untuoso. Se trata de un vino glicérico con gran riqueza de sabor y con tendencia al dulzor.
9. Herbáceo
Un vino herbáceo describe aromas y sabores vegetales. Los aromas a hierba, hojas, madera, pero también los sabores vegetales como espárragos, hierba y grosella negra.
10. Hueco
Se aplica a vinos con fuerza alcohólica pero con escasa frutosidad. El término vinos huecos generalmente se aplica a algunos vinos tintos que, aunque puedan ser carnosos en boca, carecen de sabores.
11. Mordaz
Son vinos con acidez excesiva. Un vino mordaz tiene el saber de los vinos con garra que con el paso del tiempo irán suavizando su sabor.
12. Oxidado
Vino evolucionado por un excesivo contacto con el aire. Como resultado el vino oxidado, presentará una alteración de los aromas, del color y del comportamiento en boca del vino, quedando alterado grave e irreversiblemente.
13. Redondo
Se emplea para definir el perfecto equilibrio de los vinos, sin destacar ninguno de sus componentes, ya que todos se encuentran en perfecta armonía y amplitud. Un vino redondo donde todas sus virtudes resaltan, no tiene aristas.
14. Sedoso
El vino sedoso es un vino de gran suavidad en boca. El término se aplica más para los vinos blancos y para los vinos tintos se utiliza la palabra aterciopelado.
15. Tranquilo
La mayoría de los vinos que catamos son vinos tranquilos. Son vinos no espumosos que han terminado su fermentación y no desprenden gas carbónico…
…Y el extra de regalo e imprescindible “Nítido”:
Como su propia palabra indica, un vino nítido es un vino limpio, claro, bien definido, que no presenta materias sólidas en suspensión. Puede aplicarse tanto a la fase olfativa como gustativa para definir que es un vino sin defectos y sin olores extraños. Su connotación es positiva.