Quién dice que los polos sólo pueden comerse durante el verano? De eso nada! Por ello, hoy he querido prepararos una entrada un tanto especial y diferente, con la que espero abriros un nuevo pequeño mundo dulce…
Para empezar, os dejo una primera foto. Alguien sabe de qué se trata?
Me encanta la nueva colección de Katie Alice en azul y amarillo
De entrada parecen unos deliciosos y refrescantes Polos Helados tipo Magnum, pero os aseguro que esconden una gran sorpresa en su interior. Preparados?
Os pongo en situación: hace ya un tiempo descubrí que los Moldes de Silicona para Helados de Silikomart tienen una gran cualidad extra a lo habitual. Además de poder preparar ricos helados congelados, son unos moldes con los que podemos hornear! Sí, sí, habéis leído bien, admiten altas temperaturas, son muy fáciles de usar y en ellos podemos elaborar desde mini pastelitos hasta bizcochos que simulan ser un helado!
Falsos helados Magnum para sorprender en tus celebraciones
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Muy fan de la jarra Joyce en amarillo de Greengate
Cómo seguro que ya os he convencido y estáis deseando dejar con la boca abierta a vuestros amigos y familiares, os presento la receta que he preparado para esta ocasión. Un rico e intenso bizcocho de crema de cacahuete crujiente y pepitas de chocolate blanco, recubierto de chocolate negro 62% y cacahuetes troceados.
Con dichas cantidades podéis elaborar un total de 4 polos horneados de 90ml de capacidad cada uno (es decir, los moldes de tamaño estándar), o bien, el doble de polos horneados si utilizáis unos moldes para mini helados.
Falsos Polos Magnum
INGREDIENTES
Para el bizcocho interior
– 1 huevo L
– 30 gr. mantequilla
– 60 gr. harina floja (y un poquito más para enharinar las pepitas de choco blanco)
– 1/2 cucharadita de levadura en polvo
– 40 ml. leche
– 50 gr. azúcar
– 1 y 1/2 cucharadas de crema de cacahuete
– 65 gr. pepitas de chocolate blanco
Para la cobertura
– 200 gr. chocolate negro 62% de cobertura
– 50 gr. cacahuetes picados (con una picadora o un mortero, hacemos trozos bien pequeñitos de cacahuete)
PREPARACIÓN
Del bizcocho interior
– Empezamos precalentando el horno a 160º con calor arriba y abajo. Preparamos nuestros moldes y los palos de madera.
– Juntamos la harina con la levadura y lo tamizamos en un bol aparte. Reservamos para uso posterior.
– En un bol, mezclamos la mantequilla (ya pomada, a temperatura ambiente) junto al azúcar, hasta que veamos como va aclarando su color y se vuelve más cremoso.
– Incorporamos el huevo y batimos bien, enérgicamente, hasta que esté totalmente integrado.
– Añadimos la mitad de la mezcla de harina y levadura, ya tamizadas. Ahora debemos mezclar suavemente, con movimientos envolventes, justo hasta que no veamos grumos en la masa.
– Incorporamos también la leche y seguimos mezclando suavemente, lo justo y necesario.
– Y ahora ponemos la otra mitad de la mezcla de harina y levadura. Procedemos como antes.
– Por último, añadimos la crema de cacahuete y las pepitas de chocolate blanco (las cuales os recomiendo que enharineis antes de añadirlas, ya que así nos aseguramos de que no se van al fondo de nuestra masa durante el horneado. Este proceso consiste en poner un poco de harina encima de nuestras pepitas en un bol aparte, mezclamos bien para que se reparta y luego las incorporamos a la masa). Mezclamos suavemente y… listo!
– Con la ayuda de una cuchara de helado, vamos rellenando los moldes de silicona de helados. Y colocamos a cada polo su palo de madera.
– Horneamos durante unos 25 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo, éste sale limpio y seco. Os recomiendo hacerlo a 160º (como os he comentado antes) para evitar que la masa suba y se nos forme un copete.
– Cuando estén listos, los dejamos enfriar sobre una rejilla fuera el horno. Unos 15 minutos dentro del molde y luego ya procedemos a desmoldarlos. Si véis que aún están muy calientes, esperamos un poco más de tiempo. Los dejamos enfriar por completo antes de cubrirlos.
De la cobertura
– Con la ayuda de dos cazos, deshacemos el chocolate negro al baño María. Con este método tenemos más control del proceso y podemos evitar que el chocolate se queme. Con una pala de madera, vamos removiendo para agilizar el proceso y que el chocolate no se pegue en la base o se pueda quemar.
– Cuando esté listo lo removemos y lo dejamos enfirar unos minutos. Añadimos los cacahuetes troceados y mezclamos para que todo quede bien integrado.
– Ahora vamos a cubrir nuestros polos de bizcocho: empezamos colocando nuestra cobertura dentro de un vaso o recipiente estrecho y alto, dentro del cual entre el helado sin dificultades y sin tocar las paredes.
– Cogemos el polo de bizcocho por el palo y lo bañamos en el chocolate.
– Lo sacamos y lo dejamos en esta posición para que vaya cayendo el chocolate sobrante. Si lo necesitáis podéis dar ligeros golpecitos al palo para que el chocolate sobrante caiga más rapidamente.
– Pinchamos nuestros polos en un trozo de porexpan o en cualquier superfície dónde los podáis dejar de forma vertical. Los dejamos enfirar ligeramente a tempratura ambiente y luego a la nevera para que la capa de chocolate endurezca (si queréis o os falta tiempo, podéis ponerlos primero en la nevera y luego pasarlos unos 15 minutos al congelador para que acabe de endurezer… yo lo he hecho y el resultado me ha encantado).
Un trampantojo de lo más divertido, versátil y original. Fácilmente adaptable a cualquier sabor que os venga en mente, y perfecto para presentar en cualquier ocasión: cumpleaños, cena con amigos, mesa dulce…
Sobre la receta, no tengo nada que decir al respecto, INCREÏBLE. Y es que la mezcla de cacahuete y chocolate no deja indiferente a nadie! Por supuesto, podéis prepararla en cualquier formato, ya sea tarta, pequeños pastelitos, cupcakes… o lo que surja de vuestra imaginación. La cuestión es encontrar la manera perfecta de disfrutarla.
Espero haberos sorprendido con esta nueva idea y, por supuesto, que os animéis a utilizar estos moldes dentro de esta nueva opción. Veréis lo divertido que resulta ver la cara de sorpresa y asombro de las personas que deciden darle un primer bocado al helado… risas aseguradas.
Yo por mi parte, me despido para seguir dando mordisquitos a mi nuevo invento.
Hasta pronto,
Ainhoa.
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