El consumo de leche o agua de avena es una buena forma de incluir este cereal en nuestra alimentación. Constituye también una interesante opción para quienes no toleran la leche de origen animal, los intolerantes a la lactosa y muchos vegetarianos.
INGREDIENTES:
200 gr. de copos de avena
1 litro de agua
la piel de medio limón
1/2 vaina de vainilla
endulzante (azúcar, miel u otro)
ELABORACIÓN:1. En un recipiente ponemos los copos de avena cubiertos con el agua. Añadimos la piel del limón (solo la parte amarilla para que no amargue, si tenéis, usad un pelador para que salga finita) y la vainilla cortada longitudinalmente para que aporte todo su sabor. Removemos y dejamos en reposo al menos durante ocho horas.
2. Retiramos la piel del limón y la vainilla. Trituramos bien la mezcla con la batidora. A continuación, la colamos y nos quedamos con el líquido. Los restos del colador podemos aprovecharlos para otras elaboraciones, por ejemplo, unas galletas de avena.
3. Servimos la leche de avena fría o caliente añadiendo un endulzante de nuestra preferencia. Si no la vamos a consumir de forma inmediata debemos conservarla en la nevera (máximo dos días) y remover bien antes de volver a utilizarla. ¡Buen provecho!!!