Y antes de ir con lo imprescindible , es decir, los ingredientes: recuerda que siempre es más importante la calidad sobre la cantidad !
Entonces, necesitarás:
• Harina 000 – De 1 kg de harina obtendremos 4 bollos de 380g.
• Agua 500 – Por Kg de harina.
• Aceite – Preferencialmente de oliva, aunque también se puede utilizar de girasol.
• Levadura – Por Kg de harina utilizaremos 30g
• Sal a gusto
1. Colocamos la harina en un bowl y la acomodamos en forma de corona para luego agregar el resto de los ingredientes exceptuando el aceite
2. Amasamos los ingredientes de manera lenta y envolvente para no romper el gluten de la harina. Este paso debe realizarse con las manos, cuidando a la masa. Este paso va a lograr que nuestra pizza sea mucho más ligera y se integren todos los ingredientes de manera correcta.
3. Una vez integrada la masa vamos a colocar el último ingrediente, el aceite de oliva. ¿Por qué preferimos este aceite? Porque es mucho más fuerte en sabor que el aceite de girasol o de mezcla, y le agrega mucha más presencia a la masa de nuestra pizza. Luego seguimos amasando de manera envolvente, con cuidando de no romper la masa.
4. Cuando terminamos de amasar, dejamos reposando unos 5 minutos en la mesa, sin envolverla. Esto va a lograr que la levadura comience a accionar en la masa y comience a fermentar, es decir, que se comience a producir gas en su interior. Pasado este tiempo la envolvemos en papel film para que pueda seguir levando. El mínimo es de una hora y media, pero podemos dejarla reposar muchas más horas para que siga aumentando su volumen. En Italia era muy importante el reposo de la masa y la fermentación de la misma, reposaban hasta 24hs la masa para lograr la icónica masa italiana.
5. Estiramos la masa con harina para que no se pegue. La técnica es no estirarla con palo de amasar, si lo utilizamos vamos a obtener una pizza compacta, sin aire y muy delgada. En cambio si lo hacemos con nuestros dedos, presionando poco a poco desde el centro hacia los bordes vamos a lograr una pizza mucho más elástica, que va a crecer en tamaño y a la hora de comerla va a ser mucho más ligera y airosa.
6. Es importante que el horno esté a una temperatura adecuada. Lo correcto es precalentarlo a 180º y una vez preparada la masa cocinarla a 220º. De esta forma el calor cocinará de manera más uniforme la masa en su totalidad.