Estas cookies craqueladas red velvet nos han robado el corazón….riquísimas!!
Tienen todo el sabor a red velvet sin necesidad de ninguna esencia.
Y con ese craquelado de azúcar el resultado es arrebatador.
Para variar las llevé a una reunión de mujeres en mi iglesia, que menos mal, porque no se que pasaría si todo lo que horneo se quedara en casa, bueno si, y me temo lo peor…jejejeje
Aún y así siempre tengo que hacer un poco de más porque sino en casa me gruñen si me las llevo todas.
Uno de los efectos colaterales de estas galletas es que todo el mundo acabó con la lengua roja y si las mojas la leche se colorea….jajajaja.
Por ello puedes no ponerle colorante y se quedarán marrones por el chocolate.
Pero….estamos en Navidad!!
Yo creo que de vez en cuando podemos permitirnos una excentricidad como me pasó con la Tarta Ferrero, toda ella brilli brilli….
Estas navidades estaréis notando que os estoy trayendo más recetas, en concreto dos por semana, creo que voy a poder cumplir mis intenciones, pero no quiero que os quedéis sin ideas en estas fechas tan señaladas y que yo disfruto tanto.
Os animo a que no os quedéis solo en las celebraciones, cenas y comidas, sino que podáis dedicar unos minutos a meditar en que es lo que realmente celebramos.
Y es que cuando nosotros éramos incapaces de volvernos a Dios, Él tomó la iniciativa (como lo hace siempre el amor) y envió a su único hijo para que creyendo en Él tengamos vida eterna.
Eso si que es puro amor, amor del bueno.
La receta es de alguien que admiro mucho y que me encantan sus fotografías, porque tienen una gran sensibilidad y elegancia, Noemí Merengue y Frambuesa.
Ingredientes
Para unas 25 galletas dependiendo del tamaño
230g de chocolate negro troceado
180g de harina
50g de cacao puro sin azúcar
2 cucharaditas de levadura en polvo
120g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
300g de azúcar moreno
1 pizca de sal
2 huevos M
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 cucharadas de colorante rojo en pasta (yo sugarflair)
80ml de buttermilk o bien 60gr de leche y 10 de zumo de limón.
1 cucharadita de vinagre blanco
200gr de azúcar para rebozar
120g de azúcar para la rebozar
Elaboración:
Si no tienes buttermilk comprado, lo hacemos casero poniendo la leche entera y el limón en un bol unos 15 para que se corte.
Fundimos el chocolate al baño maría o en el microondas y reservamos.
En otro bol aparte tamizamos la harina, el cacao, la levadura química y la sal y reservamos.
En otro bol con la ayuda de una batidora de varillas mezclamos la mantequilla y el azúcar moreno durante unos minutos hasta que esponje y el color se haga más clarito.
Sin dejar de batir añadimos los huevos uno a uno, la vainilla y el chocolate fundido que se habrá atemperado un poquito.
Bajamos la velocidad y añadimos la mitad de la mezcla de harina, el buttermilk, el vinagre, el colorante y el resto de la harina.
Para que la masa coja cuerpo la metemos unas 2 o 3 horas en la nevera envuelta en film trasparente o mejor de un día para otro, de esta manera, ayudamos además a que los sabores y aromas se intensifiquen en nuestra masa.
Precalentamos el horno a 180º y sacamos la masa de la nevera.
Formamos bolas del tamaño que queramos, yo de unos 30gr.
Si las peso….(pero no tenéis que pesarlas, yo es que, como la mayoría de mis compis blogger sufro de TOC y no soporto que cada galleta salga de un tamaño ;D)
Las rebozamos primero en azúcar granulado y luego en azúcar glas, con esta maniobra nos aseguramos el bonito craquelado.
Las ponemos sobre la bandeja del horno forrada con papel de hornear dejando separación entre ellas y las achatamos un poquito.
Horneamos a 180º durante 14 minutos aproximadamente.
Pasado este tiempo sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
Me parecen unas galleta ideales para llevar a alguna de estas cenasreunionescomidasnavideñas que siempre tenemos por ahí, o simplemente para que la familia disfrute de esta maravilla de galletas.
Si tenéis alguna duda, podéis preguntarme aquí o en mis redes de FB o IG
Como siempre os dejo con el verdadero pedacito de cielo:
No tengas miedo María, concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús (Salvador).
Él será muy grande y lo llamarán hijo del Altísimo.
Evangelio de Lucas, capítulo 1, versículo 31-32