Nos quedan todavía unas cuantas celebraciones en esta preciosa época de Navidad, así que estáis a tiempo de hacer estas Red Velvet Cookies que son tan vistosas con ese color rojo tan navideño y tan fáciles de hacer.
Tienen ese toquecito de la vainilla, ese sabor del buttermilk, ese toque de cacao.
Cuando me preguntan: ¿A que sabe el Red Velvet? Siempre digo todo esto, porque no es un sabor a chocolate, aunque lleve, ni a vainilla, aunque lleve, es ese conjunto de sabores que lo hace tan especial. Y que te va conquistando poco a poco. Al principio no le encontraba nada interesante a este bizcocho/galleta pero te va conquistando hasta que al final se convierte en un sabor de tus favoritos.
Quiero darle las gracias a Valen y Nati El taller de Repostería, por darme la receta, es más tuve la ocasión de probarlas y me encantaron, por eso he querido traéroslas para que podáis disfrutarlas también.
Valen y Nati son un encanto de pareja, llevan su taller/tienda con un trato exquisito, siempre se desviven por conseguirte lo que necesites, y si necesitas algún tipo de ayuda ahí están para intentar solucionarlo. Sabéis que os queremos mucho.
Con esta receta aprovecho para felicitaros el nuevo año y desearos los mejor para el 2016.
INGREDIENTES:
200grs de harina.
10 grs de cacao sin azúcar.
1 cucharadita de bicarbonato de sodio.
¼ de cucharadita de sal.
115 de mantequilla en punto pomada sin sal.
150 de azúcar moreno.
1 huevo M.
15ml de leche con unas gotitas de limón.
2 cucharaditas de extracto de vainilla.
1 cucharada de emulsión Red Velvet o en su defecto colorante rojo hasta obtener el color deseado.
100 gr de trocitos de chocolate blanco.
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 170 grados.
Ponemos las gotitas de limón en la leche y reservamos.
Picamos el chocolate blanco y reservamos.
Tamizamos la harina, el cacao en polvo y el bicarbonato, aparte batimos la mantequilla hasta que blanqueé, incorporamos el azúcar y batimos hasta que la mezcla esté esponjosa, seguidamente incorporamos el huevo, el buttermilk y la vainilla, batimos hasta que esté integrado. Es el momento de añadir la emulsión o el colorante mezclamos hasta obtener el tono deseado. La emulsión además de color le aporta sabor también.
Es el momento de añadirle los ingredientes secos a esta mezcla, lo haremos en tres veces sin sobrebatir, sólo hasta que estén bien incorporado, y en ese momento añadimos los trocitos de chocolate blanco, damos un par de vueltas para integrarlos, reservamos unos poquitos para decorar.
Es conveniente llevar esta mezcla al frigo al menos media hora y si es más tiempo o toda la noche mejor. Yo lo que suelo hacer es después de media hora en el frigo hago las bolitas y las vuelvo a dejar en el frigo hasta el momento de hornear.
También podrías congelar las bolitas en este punto, luego esperarías a que se descongelaran o directamente congeladas al horno, aunque tendrías que ajustar tiempos de horneado.
Engrasamos con un poquito de aceite la bandeja del horno, aunque también puedes usar papel de horno o láminas de teflón.
Deja espacio entre las galletas porque se extenderán.
Hornea durante 13/14 minutos a 170 grados, pero como sabes este tiempo es orientativo, tienes que ir mirando, sobre todo la primera bandeja hasta que veas que tienen el punto de horneado que quieres.
Lo que suelo hacer yo, es poner dos o tres galletas la primera vez y veo como se comportan y luego ajusto el horno o le doy más frio a las bolitas.
Las cookies son de corazón tierno, diferentes a nuestras galletas de toda la vida, duritas y crujientes.
Cuando saques las Red Velvet Cookies espera unos minutos y después trasladadas a una rejilla, dispón unos tres trocitos de chocolate blanco para decorar, mientras aún están calientes, pero cuidado que puedes traspasar la galleta, con delicadeza, siempre con delicadeza…jejejeje.
Espero que os haya gustado, que las hagáis y las disfrutéis. Son ideales para hacer con niños ahora que están de vacaciones en casa.
Si tenéis alguna duda estaré encantada de contestaros, aquí en el blog o en mi pagina de FB Un pedacito de cielo.
Como siempre os dejo con el verdadero pedacito de cielo:
“Él ama todo lo que justo y bueno; el amor inagotable del Señor llena toda la tierra”. Salmo 33:5