Reconócelo: si hay algo que te gusta tanto o más que decorar galletas es comprar cortadores.
Cientos. Miles. Cortador ves, cortador quieres. Da igual la forma, el tamaño o el color.
Es más, te sabes de memoria el mandamiento numero 1 de las decoradoras de galletas: nunca tendrás suficientes zapatos...¡ni cortadores!
Vale, ya queda claro que eres miembro del Club Nacional de Coleccionistas de Cortadores de galletas, pero...¿sabes cuáles son los puntos básicos para su cuidado, conservación y almacenaje?
Hoy te traigo algunos consejos para mantener nuestros cortadores siempre impecables. Me centraré en los de estaño, lo más comunes, los mas baratos y los que se arruinan con mayor facilidad.
Es una info que te interesa y mucho...si quieres decorar galletas por los siglos de los siglos ^^
¡Allá vamos!
? Cortadores nuevos: quitando la etiqueta
Solo hay una cosa que me de más rabia que una galleta quemada o las burbujas de aire en la glasa: que la etiqueta/precio de un cortador nuevo esté tan fuertemente pegada a él que prácticamente sea imposible despegarla.
Por cierto, puedes evitar que se te quemen las galletas con estos consejos. Y las burbujas de aire con estos otros.
Ok, quizás finalmente consiga despegarla con un poco de maña...¿y los restos?
Bueno, una de las cosas que mejores resultados me ha dado hasta ahora en estos casos es el uso de alcohol para remover la etiqueta y que no quede ni rastro de ella: primero la empapo bien con ayuda de un algodón y lo dejo reposar unos minutos para después ejercer un poco de fuerza y quitarla del todo.
Puede que necesites añadir más si no se va con una aplicación o repetir el proceso, pero no añadas agua, porque empeoraría las cosas. Sigue intentándolo con el alcohol.
¿Que te has quedado sin alcohol? Prueba con la margarina. Si, si margarina ¡como lo lees!: pon una capa con tus dedos sobre la etiqueta y déjala actuar un par de minutos. La etiqueta saldrá como por arte de magia!
¿Tampoco tienes margarina? Pues sigue esta fórmula:
1 parte de bicarbonato + 2 partes de aceite vegetal
Aplica, deja reposar y voilà: ¡la etiqueta se despega en un plisplas! ^^
Para eliminar los restos de alcohol, margarina bicarbonato y/o aceite, introduce los cortadores en un recipiente o bowl con agua jabonosa y déjalos allí 2-3 minutos. Restriega suavemente con una esponja, enjuaga y seca inmediatamente con ayuda de un paño seco o papel de cocina.
Una vez que los hemos secado, puedes depositarlos sobre un paño de cocina y dejar que se terminen de secar al aire libre o con ayuda de un ventilador (especialmente si vives en lugares muy húmedos).
? ¿Y si mis cortadores no son nuevos?
Si se trata de lavar nuestros viejos cortadores de galletas, podemos seguir el mismo procedimiento después de cada uso: lavar ligeramente con un poco de agua y jabón para retirar excesos de masa y harina y secar cuidadosamente.
? Secado después del lavado
Sean nuevos o viejos, tus cortadores, como ya hemos dicho anteriormente, deben permanecer lo más lejos posible de la humedad durante tiempos prolongados.
Es muy importante que éstos se conserven totalmente secos para evitar el óxido, ya que la gran mayoría están hechos materiales fácilmente oxidables.
Un buen truco para secarlos inmediatamente después de un enjuague con jabón es introducirlos unos minutos en el horno pre-calentado y con el ventilador encendido en una bandeja. Eso si, a bajísima temperatura.
Esto ayudara a evaporar cualquier exceso de humedad que quede en las ranuras y pequeños pliegues del cortador, pero ¡ojo: obviamente, solo lo podemos hacer con los cortadores de metal! ^^
? ¿Y los viejos cortadores de galletas de mi abuela oxidados?
¿Quien no conserva algún viejo cortador heredado de su madre, tía o abuela?
Yo tengo no uno, sino unos cuantos. Y aunque no los uso casi nunca, me da mucha pena tirarlos. No por tacaña, ¡sino porque son herramientas cargadas de historia y de emociones!
Además admitámoslo, la mayoría poseen una calidad inigualable: ya sabes que las cosas se hacían mejor antes. Como la Kitchen Aid...no es casualidad que tenga tanto éxito entre las amantes de lo dulce ya que es una máquina, además de hermosísima, robusta que duraba (y dura) años.
Con los cortadores de nuestras abuelas pasa lo mismo.
Sin embargo, casi siempre solemos tener un pequeño (gran) problema: el óxido. Y aquí existen dos posibilidades: rascar y....rascar.
Podemos usar una esponja de lana de metal (acero) con un poco de jabón. O bien...la mejor solución de todas: una esponja + bicarbonato + un poco de swing ^^
? Almacenaje
Yo también tengo una colección de cortadores de galletas, si, pero no es una inmensa colección como por ejemplo la que nos muestra Bea Roca en su rincón, o Callye de Sweet Sugarbelle (increíble, mira aquí).
A veces me pregunto: ¿algún día llegaré a tener tantos? Supongo que si, porque yo también me se de memoria el mandamiento pero de momento, tengo los justos como para poder almacenarlos todos en una misma caja.
Eso si: separándolos por temáticas e introduciendo dentro una bolsita de gel de sílice (si, de esas que vienen en las cajas de zapatos). Esto mantendrá la humedad a raya.
? Consejos generales
Para acabar, los últimos dos tips:
No almacenes tus cortadores en cajas selladas herméticas o en bolsas de plástico, en contacto con calor y/o sol: ¡déjalos que respiren!
Y procura mantenerlos alejados de la pila de cocina hasta el momento justo de lavarlos: nada de tenerlos en remojo horas y horas ni usar el lavavajillas ya que esto a la larga favorece la formación de oxido.
Ahora te toca a ti, ¿conocías estros trucos para mantener sanos y salvos tus cortadores de galletas? ¿Tienes alguno más que puedas compartir con todas nosotras?
Anímate, estaré esperando tus comentarios ^^
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