En temporada de tomates es un crimen usar los de lata, que también se puede, claro está, pero en verano con tantos como hay y a buen precio, me gustan los naturales, carnosos y con un sabor difícil de igualar.
INGREDIENTES
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 pimiento verde
1 vasito de vino blanco
sal
2 cucharadas de miel
60 g. de aceite de oliva
1 k. y 1/2 de costillas de cerdo
1, 250 g. de tomates naturales triturados
PREPARACIÓN
Pon aceite a calentar en una cacerola y sofríe la cebolla, pimiento y ajos picados. Cuando esté la cebolla transparente añade las costillas y rehoga todo junto un par de minutos. Incorpora el vino y espera a que hierva.
Añade el tomate triturado, la sal y miel. Remueve bien y deja que cueza a fuego medio, durante unos 40-45 minutos, sin poner la tapadera de la cazuela del todo cerrada, para que evapore el agua que contiene el tomate.
La carne tiene que quedar bien tierna y la salsa concentrada y sin nada de agua.
Podemos acompañar este plato con patatas fritas, huevos fritos y por supuesto no olvidéis el pan , que os hará mucha falta.