Hoy se celebra el #díamundialdelcroissant, y por eso le vamos a dar un homenaje con esta receta. Hace años intenté preparar croissant y mi resultado no fue el apropiado, hasta ahora es una receta que se me resiste, por eso hoy los he preparado con masa de brioche, unos croissant que no son los auténticos croissant hojaldrados,, pero que quedan riquísimos, y son aptos para preparar sin mucha dificultad, ya que su elaboración es mucho más sencilla que la del croissant tradicional. La receta la vi en el blog Los postres caseros de Lola, aunque he hecho alguna pequeña variación a la receta.
INGREDIENTES:
Para la masa:
500 gr. de harina de fuerza
80 gr. de azúcar
15 gr. de levadura fresca de panadero
200 ml. de leche tibia
2 huevos
50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de sal
Para decorar:
1 huevo
Un poquito de leche
Azúcar moreno
Mantequilla derretida
PREPARACIÓN:
Disolvemos la levadura dentro de la leche removiendo bien hasta que se integre. Reservamos. Añadimos el azúcar al bol de la harina, hacemos un hueco en el centro y añadimos los dos huevos. Mezclamos con una lengua de silicona. Añadimos la leche con la levadura y la esencia de vainilla. Mezclamos y añadimos después la mantequilla reblandecida. Mezclamos bien y empezamos a amasar con las manos (podéis hacerlo con un robot o amasadora). Amasamos durante 10 minutos y dejamos la masa tapada mientras dejamos reposar 10 minutos más. Después seguimos amasando unos minutos más hasta que la masa esté lisa. Depositamos en un bol aceitado y tapamos con film transparente. Dejamos unas dos horas aproximadamente hasta que doble su volumen la masa.
Pasado este tiempo sacamos la masa y desgasificamos. Dividimos en dos partes, hacemos una bola con cada una de ellas y tapamos durante diez minutos.
Después de diez minutos extendemos con un rodilla cada porción de masa, dándole forma rectangular de aproximadamente 30x40 cm. Cortamos los extremos para dejar lo más rectos posibles y, con ayuda de un cortapizzas, hacemos 6 triágulos de masa.
Hacemos un corte en la base de cada triángulo y vamos enrollando cada una de ellos dando la forma de croissasnt. Depositamos en una bandeja de horno protegida con papel vegetal. Y continuamos haciendo lo mismo con la otra parte de la masa. No pondremos más de nueve en la bandeja del horno. Nos saldrán doce con las dos más pero podéis aprovechar la masa cortada de los extremos para sacar dos más.
Dejamos los croissant tapados duranta una hora más o menos, hasta que doblen su volumen.
Entonces pintamos con una mezcla de huevo batido y un poco de leche, y añadimos un poco de azúcar moreno por encima.
Horrneamos a 180 grados durante unos 18 minutos o hasta que estén dorados. Sacamos e introducimos la segunda bandeja. Los croissant ya horneados los ponemos sobre una rejilla para que se enfríen y todavía calientes pintamos con mantequilla derretida.
Congelan muy bien, por lo que podéis congelarlos y tenerlos listos para sacarlos un ratito antes de vuestro desayuno. Tostados con un mantequilla también están deliciosos.
Espero que os hayan gustado.
Feliz domingo.