Ingredientes:
Para la masa de plátano
150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
150 gramos de azúcar moreno
120 gramos de puré de plátano (2 plátanos pequeños)
250 gramos de harina
3 huevos
7 gramos de levadura química tipo royal
150 gramos de nata líquida
Una pizca de sal
Una cucharadita de extracto de vainilla
Para la cheesecake de dulce de leche
200 gramos de queso crema
1 huevo
100 gramos de dulce de leche
30 gramos de maicena
Ponemos el horno a precalentar a 170 º C.
Primero haremos la parte de la cheesecake. Es muy importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente, para que sea más fácil su integración. En un bol, echamos el queso crema y lo trabajamos un poco con unas varillas. A continuación, añadimos el huevo e incorporamos bien. Después el dulce de leche y por último la maicena tamizada. Acordaros de incorporar bien cada ingrediente antes de incorporar el siguiente. Reservamos.
Para la masa de plátano, podemos usar el robot, como aconseja Bea, o la batidora de mano. En mi caso he usado esta última y no he tenido problema. En un bol, batimos la mantequilla a temperatura ambiente hasta que quede esponjosa y poco a poco añadimos el azúcar moreno. Uso azúcar moreno porque retiene más humedad y nuestro bundt será todavía más tierno. A continuación añadiremos el puré de plátanos, 2 plátanos pequeños machacados con un tenedor. Incorporamos con la batidora. En un bol aparte, cascamos los huevos y los batimos ligeramente. Incorporamos uno a uno a la mezcla anterior. Pesamos la harina, la pizca de sal y la levadura y la tamizamos. También pesamos la nata. Ahora incorporaremos en tres veces alternando estos ingredientes.
Engrasamos el molde con spray desmoldante, y, con ayuda de una brocha, llegamos a cada saliente de este. Dejamos caer 3/4 partes de la masa por un lateral y asentamos. Con ayuda de una cuchara, colocamos encima la mezcla del cheesecake y cubrimos con el resto de la preparación. Cubrimos con papel de plata, ya que va a estar mucho tiempo en el horno y se nos puede quemar. No os olvidéis de hacerle un agujero a la chimenea para que salga el vapor.
Horneamos a 170º C una hora, o hasta que al pinchar un palillo, salga limpio.
Retiramos del horno y dejamos enfriar encima de una rejilla. Pasados 10 minutos, damos unos pequeños golpecitos para soltar el molde, le damos la vuelta encima de la rejilla y desmoldamos. Dejamos enfriar por completo.
Para servir, he hecho una salsa de dulce de leche, con dos cucharadas de dulce de leche y 60 gramos de nata. Glaseamos y a merendarrrr!!!!!