Si se te dificulta que tus hijos coman pesado, te aseguro que esta receta te ayudará para que los más pequeños puedan disfrutar comer en cualquier momento del año.
Ingredientes:
¼ kilo de bacalao (bacalao seco)
1 ½ 2 tazas de leche
¼ kilo de boniatos (batata tropical)
½ kilo de patatas de piel roja
½ taza de cebolla roja finamente picada
2 cucharadas de nata o crema de leche
2 cucharadas de albahaca fresca picada
2 cucharadas de cilantro fresco picado
2 cucharadas de perejil fresco picado
1 yema de huevo grande
¾ de cucharada de ajo asado (ver nota)
½ cucharadita de pimienta roja o de cayena
1 taza de harina
2 huevos grandes enteros, batidos
1 taza de pan rallado
1 ½ taza de aceite vegetal para freír
Preparación:
La noche anterior, pon el bacalao en agua fría y déjalo que se remoje toda la noche, es mejor si puede cambiar el agua dos o tres veces.
Al momento de preparar la croquetas, pon en una cacerola mediana, la leche y calienta a fuego medio, retira el bacalao del agua y ponlo en la leche, mantén la cocción a fuego medio una media hora o hasta que el pescado este muy tierno. Retira y deja enfriar, puedes tirar la leche de la cocción.
Pela las patatas y los boniatos y ponlos a hervir en dos cacerolas por separado hasta que estén tiernos al pincharlos, cuela y ponlos juntos en una sola cacerola, mientras están aún calientes. Haz un puré con las dos verduras, agregando, la cebolla picada, la nata, las hiervas, la yema de huevo, el ajo asado y la pimienta de cayena, mezcla bien. Condimenta con sal y pimienta negra molida. Desmenuza bien pequeño el bacalao y agrégalo a la preparación, mezcla bien y rectifica la sal y pimienta si es necesario.
Nota: Para asar el ajo, envuelve una cabeza de ajo en papel aluminio y mete al un horno a temperatura alta durante cuarenta y cinco minutos, luego presiónalo para retirar la pulpa.
En un recipiente pon la harina, en otro el pan rallado y en otro el huevo batido, con ayuda de un medida de ¼ taza, toma pequeñas cantidades de la masa, forma las croquetas y pasa cada una de ellas primero por harina, luego por el huevo y por último el pan rallado. En una sartén profunda, pon a calentar el aceite y con mucho cuidado de no quemarte, fríe las croquetas hasta que estén bien doradas por ambos lados. Cada una tardará unos cinco minutos, retira y deja escurrir sobre papel absorbente.