El melón se suele comer en cualquier época del año, pero sobre todo durante el verano, este hábito lo seguiremos de buena gana porque no encontraremos mejor refresco que una pieza de fruta. Y cuanta mayor sea la proporción de agua que ésta contenga, mejor cumpliremos con nuestro objetivo; por ello, durante la época estival, la sandía y, cómo no, el melón, son los reyes de la mesa.
La procedencia del melón no está muy clara: unos aseguran que se sitúa en Asia y otros creen que en África. De cualquier modo, fueron los árabes los que lo introdujeron en España y, como tantos otros productos, los viajes al otro lado del Atlántico lo generalizaron en América. Pertenece a la familia de las 'cucurbitáceas' y se encuentra durante todo el año en el mercado. Aunque la época óptima depende de la variedad, el melón 'piel de sapo', el más cultivado en España, llega con el verano.
Mucha agua y vitaminas en una sola porción
El melón está compuesta sobre todo por agua (alcanza casi un 93%), lo que facilita la eliminación de toxinas y constituye un excelente remedio contra el calor del verano. Su aporte calórico, unas 30 Kcal. por cada 100 gr, es muy reducido, y posee un 0% de materia grasa y fibra, por lo que está recomendada en las dietas de adelgazamiento. Sin embargo tiene un alto contenido en azúcares, algo que deberán tener en cuenta los diabéticos, que reducirán su consumo.
Asimismo, aporta vitaminas C, que ayuda a asimilar los aminoácidos; A, necesaria para la buena salud de la vista y la piel; E, antioxidante que actúa en la reparación de los tejidos; B1 o tiamina, con funciones en el sistema nervioso; B2 o riboflavina, para la respiración celular; B3, o niacina, que interviene en el crecimiento y la reproducción; y B5, imprescindible en el metabolismo celular.
Los minerales más destacados son el sodio, importante para que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente, potasio, que participa en la función celular, y magnesio, uno de los compuestos que permiten el buen rendimiento muscular. Además, contiene cantidades menores de calcio, hierro, zinc y selenio.
El gusto y la época deciden
El primer paso para comprarlo será elegir la variedad del fruto. Algunas de ellas son:Melón amarillo: su piel es amarilla y la pulpa blanca.
Melón verde: engloba el 'piel de sapo', con la carne blanca o amarilla y la piel verde con manchas, 'Rochet', con piel lisa, y 'Tendral', que se caracteriza por la corteza gruesa y rugosa.
Cantaloup y Honeydew: la nota distintiva de estas dos variedades es su color anaranjado.
Galia: con pulpa casi blanca, con un tono verde.
A la hora de adquirirlos, se evitarán aquellos que estén deformados o que presenten cicatrices o magulladuras. Si aún no está lo suficientemente maduro, el melón tendrá un sabor parecido al del pepino, fruto de su misma familia, pero si lo está en exceso, estará ya pasado.
Lo ideal es que esté firme, pero con el dulzor y aroma característicos de su óptimo grado de madurez. Aunque hoy en día todas las clases de melón están disponibles durante todo el año, es conveniente adquirir los propios de cada época.
Melón de la Mancha y de Villaconejos
Desde 2004, el melón 'piel de sapo' de Ciudad Real, goza de reconocimiento con la Indicación Geográfica Protegida Melón de la Mancha. La IGP abarca la zona noreste de la provincia, con localidades como Tomelloso o Socuéllamos, donde la fruta es cultivada y envasada. Esta protección del producto garantiza su calidad, y sólo abarca los melones de categoría I, con un peso entre 1.8 y 4 kg. y con un nivel de azúcar mínimo.
Tras la recolección, los melones se identifican: nombre de productor, parcela, peso, fecha y control de calidad. El exhaustivo proceso de selección eliminará aquellos que no cumplan con las características anteriores. Además, antes de pasar a la venta, se cepillan, enceran y secan, y se colocan las etiquetas que certifican la calidad. Finalmente se almacenan en instalaciones cubiertas con una temperatura y humedad adecuadas.
Otro de los melones más famosos de la geografía española es el cultivado en Villaconejos, en la comunidad de Madrid, del que ya existen referencias en el siglo XV. La plantación se retrasa respecto a otras zonas españolas, y tiene lugar en mayo, para evitar las heladas. Además, de este modo se empiezan a comercializar cuando en otras zonas ya se ha finalizado, ocupando así un mayor espectro de mercado.
La variedad más cultivada es el 'piel de sapo', aunque también se encuentra la 'mochuelo'. Aunque aún no tiene el reconocimiento como el de la Mancha, la Denominación de Origen está en trámite. Tal importancia cobra el melón en Villaconejos que incluso el 12 de octubre es el protagonista de la fiesta local.
El melón, que en España goza de excelente calidad, será una apuesta segura tanto en los primeros platos, en ensaladas o con jamón serrano, siempre que guste la combinación de dulce y salado, y, cómo no, en postres: en solitario, en batidos o zumos. Aunque es conveniente consumirlo frío, es preferible que no esté helado, ya que se perderá parte de su característico aroma y sabor.
Recetas con melón
Ensalada de melón con bacalao y lechuga
Ensalada de arroz y melón
Batido de melón
Copa de melón con nata y pistachos