Su origen es alemán, concretamente se dice que nació en la región de Baviera. Allí se le llama bretzel, y forma parte de la alimentación típica del país. Básicamente, es un tipo de pan salado, esponjoso, que se hace con levadura, leche y mantequilla, todo ello remojado parcialmente con sosa caústica.
Algunos bretzels incorporan sabores como la vainilla o la canela, obteniéndose así un sabor más dulce y apropiado para postres o desayunos. Anteriormente mencionamos que lo común es verlo como un bocadillo salado en forma de galleta, esto es por el consumo que se le daba en su región de origen. Sin embargo, en Alemania el bretzel sirve para acompañar las comidas como pan normal, o para hacerse bocadillos.
Es así como al investigar nos damos cuenta que también existen otras teorías sobre su origen y los lugares donde se le conoce al bretzel inicialmente. Según algunos historiadores, el bretzel es un alimento pagano, relacionado las celebraciones celtas del equinocio de primavera. Su curiosa forma representa los cuernos de carnero de Aries. No obstante, la Iglesia católica también tiene su propia leyenda al respecto, alegando que la forma del bretzel alude a un hombre rezando. Por ello, este tipo de pan se regalaba como premio a los niños que realizaban bien sus tareas escolares y aprendían sus rezos, durante la Edad Media.
Fuentes: es.wikipedia.org; guiaderecetas.com; recetasgourmet.com.ar; tequedasacenar.com
¿Has probado el bretzel? ¿Que te parece?