La salsa Worcestershire también conocida salsa Worcester o salsa inglesa, es sobre todo popular por el nombre de salsa Perrins. Este condimento que empleamos habitualmente en cocina como aderezo de preparaciones o para elaborar otras salsas es uno de los más populares en el mundo entero.
Su composición es la siguiente: vinagre, melaza, jarabe de maíz, agua, ajíes o pimentón, salsa de soja, tamarindo, anchoas, cebollas, chalotas, vino (ocasionalmente), clavo de olor y ajo.
Esta salsa de origen británico surge del contacto de la cocina inglesa con la india. Aunque es cierto que ya en el siglo XVII existían salsas de anchoa fermentada en los mercados europeos, para rastrear la historia de esta salsa tenemos que adentrarnos en pleno siglo XIX.
Cuenta la leyenda que Sir Marcus Sandy tras su estancia en La India, encargó a Lea y Perrins a (dos farmacéuticos de la ciudad Wocester en Inglaterra) la elaboración de un vinagre picante similar a los que había probado durante sus estancia en La India. No sé sabe porqué el final Sir Marcus Sandy no volvió por su encargo y los barriles quedaron relegados en los estanos de los farmacéuticos, allí la mezcla fermentó durante dos años. En 1835 durante una limpieza del local redescubrieron el barril y para su sorpresa aquella salda había envejecido de un forma maravillosa. En poco tiempo se convirtió en el producto estrella de Lea & Perrins. En 1839 fue cuando un empresario estadounidense comenzó a exportada a la ciudad de Nueva York.
Usos de la salsa Worcestershire
El peculiar sabor de esta salsa, un pelón picante, la hace ideal para ensalzar el sabor de guisos, salsas, tartares, aliños de ensaladas, vinagretas, etc. Algunos de las preparaciones en las que se emplean son:
Para aromatizar el zumo de tomate.
En el Bloody Mary.
En la ensalada César.
Como condimento para la Michela en México.
Para el tratar tanto de carne como de pescado.