Una receta bastante sencilla con la que para lo único que tendremos que tener paciencia, es para no meterle mano antes de que haya enfriado lo suficiente.
No te olvides de incorporar, tanto la nata (crema de leche) como las claras, con movimientos envolventes suavemente, para que se conserve bien firme.
Para decorar le viene muy bien cualquier fruto rojo, que siempre combina con el chocolate, o un poco de nata montada (crema de leche) por encima.
Sírvelo después de haberlo dejado enfriar lo suficiente y ¡a disfrutar!
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Gracias por leerme.
IriHouse