Para soltarnos hemos preparado unos, digamos tradicionlaes, con glaseado de azúcar, y otros con relleno, de chocolate negro y de mermelada de frambuesas, más que nada por probar el invento. En la versión casera el donut queda mejorado, más sano, y adaptado en sabores a los gustos de cada casa. Es más fácil de lo que parece, salen con su agujerito, y cunden como para darse un atracón o invitar a los vecinos.
Whole Kitchen en su propuesta dulce para el mes de enero nos invita a preparar un clásico de la cocina norteamericana: DONUTS
Ingredientes
710 gr de harina de fuerza
100 gr de mantequilla
3 huevos
250 ml de buttermilk
55 gr de azúcar glass
20 gr de levadura fresca
62 ml de agua tibia
una pizca de sal
para el glaseado
azucar glass
agua
Preparación
En un bol colocar el buttermilk, el azúcar, la levadura y el agua tibia. Remover hasta que se integren bien los ingredientes. Dejar reposar hasta que se active la levadura, unos 10-15 minutos.
En el bol de la amasadora poner la harina tamizada, los huevos, la mantequilla y una pizca de sal, añadir el prefermento preparado y, con el accesorio de gancho, mezclar hasta conseguir una masa fina.
Enharinar la superficie de trabajo, volcar la mezcla y acabar de amasar a mano.
Hacer una bola con la masa y colocar en un bol ligeramente aceitado, tapar con film plástico o un paño limpio y humedecido. Dejar reposar una hora o hasta que doble su tamaño.
Prepararemos unos donuts clásicos, con agujero, y otros rellenos.
Volcar en la superficie de trabajo, previamente enharinada, y con la ayuda de un rodillo estirarla hasta conseguir una plancha de 5 o 6 milímetros. Con este grosor elaboraremos los donuts "normales". Con la ayuda de un aro (vaso o utensilio similar) marcar y cortar los círculos de masa.
Retirar la sobrante para reutilizarla más tarde, la amasaremos de nuevo, formaremos la plancha y cortaremos más círculos, así hasta que ya no quede.
Con un utensilio más pequeño cortar y sacar la parte central, el "agujero". Reservar estas bolitas y freírlas al final, también quedan buenísimas.
Colocar los donuts en una bandeja sobre papel de horno y separados entre sí, cubrir con un paño limpio y dejar reposar unos 30 minutos aproximadamente (hasta que doblen volumen).
Para preparar los donuts rellenos la plancha de masa de la que recortaremos los discos ha de ser más fina, de unos 3 milímetros de grosor. Sobre la mitad de los discos poner el relleno elegido, en este caso chocolate negro, chocolate negro y blanco, y mermelada de frambuesas.
Con ayuda de un pincel mojado en leche pintar la superficie alrededor del relleno y también la misma zona de los discos que utilizaremos de tapa, para que queden bien sellados. Colocar los discos tapa encima de las bases con relleno.
Con un aro o similar 1 cm más pequeño que el utilizado para cortar los discos iniciales, volver a cortar la masa rellena. De esta forma queda un bollito perfectamente sellado. Retirar y reutilizar la masa sobrante, y colocar los donuts rellenos en la bandeja para que reposen y leven, igual que los otros.
En una cazuela al fuego calentar el aceite sin que llegue a humear (aprox. a 160º). Freír los donuts durante 1 minuto por cada cara, vigilando el color y que no se nos quemen. Es mejor hacerlo con pocas unidades ( 2 o 3 a la vez) para controlarlos mejor y que no baje la temperatura del aceite.
Retirarlos y ponerlos a escurrir sobre papel de cocina.
Mezclar en un bol el azúcar glass y tres o cuatro cucharadas de agua hasta deshacer completamente. Cuando se hayan enfriado sumergir los donuts en el glaseado del bol hasta la mitad, y colocar en una rejilla para que escurran el exceso.
Solo queda pensar con que los vas a acompañar, y con quien los vas a compartir.
Otra opción para los rellenos, que probaremos la próxima vez, es freírlos vacíos e inyectar el relleno después.