La receta que elegí son los famosos Duelos y Quebrantos que se mencionan en la célebre novela de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Sobre su origen nada sabemos salvo que aparece citada por primera vez en la obra cervantina. Sí que tenemos diversas teorías sobre el curioso nombre que recibe este plato manchego, entre ellas, la que hace alusión al quebranto del ayuno impuesto a la carne de cerdo en las religiones judía e islámica, o la que sostiene que los quebrantos se refieren a la pena sufrida por un labrador que pierde repentinamente un animal de labor y aprovecha sus carnes para la cocina.
Enseguida vais a comprobar que los Duelos y Quebrantos son un plato contundente y bien apañado, muy sencillo en su elaboración y con diversas variantes, como la que incluye sesos de cordero. No le pongo nada de sal, porque con la de las carnes me parece más que suficiente, aunque en algunas recetas se la agregan al huevo. ¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES:
(para dos raciones)
150 gr de chorizo
70 gr de tocino entreverado o panceta
70 gr de jamón serrano
4 huevos
ELABORACIÓN:
1. Cortamos la panceta, el jamón y el chorizo en tacos pequeños.
2. Ponemos una sartén al fuego y salteamos la panceta y el jamón con la propia grasa que van soltando.
3. Añadimos el chorizo y rehogamos unos minutos.
4. Batimos los huevos y los incorporamos. Entremezclamos bien removiendo hasta que el huevo cuaje y retiramos del fuego.
¡Buen provecho!
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