Nunca me había parado a pensar cuál podría ser el origen de este plato y cotilleando por la red he visto que su historia es bastante incierta, ya que varios personajes, todos ellos de apellido Benedict,of course se atribuyen tan deliciosa creación, pero me quedo con la historia de un corredor de bolsa neoyorkino que pidió este plato en el hotel Waldorf en busca de un remedio infalible contra la resaca, al chef le encantó la idea y desde entonces los incluyó en la carta de este lujoso lugar.
Los benedictine se elaboran tradicionalmente con bacon, pero existen otras preparaciones en las que se sustituye por otros ingredientes como salmón o espinacas, en este último caso se denominan Eggs Florentine y no Benedictine. Otra posibilidad es dar rienda suelta a vuestra creatividad gastronómica y darles un toque personal, el chef Ramsay hace unos con prosciutto de Parma, por ejemplo y hay quien usa panceta en lugar de bacon, pero para gustos, los colores.
Eggs Benedict con Salmón Ahumado
Eggs FlorentineUn problema que nos podemos encontrar a la hora de hacer este plato, es el pan. Los benedictine originales se hacen con muffins ingleses, una especie de panecillos salados, nada que ver con los muffins dulces a los que estamos habituados. No es fácil encontrarlos así que se nos plantean dos opciones, o bien hacerlos nosotros mismos (si tenemos tiempo es la mejor opción) o sustituirlos por algún pan similar.
English MuffinsEn un principio yo pensé en el pan de mollete, porque me encanta y porque le daría un toque muy andaluz a la receta, pero no lo encontré, así que lo sustituí por estos panecillos que ví en Alcampo y que dieron buen resultado:
Otro problemilla es la salsa holandesa. No es que sea difícil pero sí delicada, ya que cuando se enfría se corta rápidamente,y hay que hacerla justo antes de servir para que esté en su punto. Esto dificulta un poco las cosas porque no hay nada en este plato que podamos dejar hecho con antelación, pero aún así no os recomiendo sustituir la holandesa por ninguna otra salsa si queréis hacer unos auténticos Eggs Benedict.
Por último deciros que habitualmente, los Benedictine se sirven solos, ya que son bastante calóricos, aunque si sois de buen comer y el tema de las calorías os da un poco igual, lo ideal es acompañarlos de unas buenas patatas fritas.
Después de esta larga introducción, es el momento de dejaros con la receta. ¡Espero que os guste!
EGGS BENEDICT
Para 6 personas:
6 panecillos o molletes; 12 huevos; 12 lonchas de bacon;
1 chorro de vinagre de vino; sal; pimienta negra molida.
PARA LA SALSA HOLANDESA:
Receta con THX
200 grs de mantequilla; 3 yemas de huevo;
15 grs agua fría; 15 grs zumo limón;
sal; pimienta negra molida.
Cortamos los panecillos por la mitad y los ponemos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Encendemos el grill del horno y tostamos los panecillos durante 5 minutos, dándoles la vuelta a mitad del proceso y vigilando para que no se nos quemen. Reservamos.
Ponemos agua en una cacerola amplia con un chorrito de vinagre. Cuando rompa a hervir creamos un remolino con la varillq y añadimos los huevos uno a uno en el centro, dejamos cocinar durante tres minutos aproximadamente, sacamos y escurrimos. Repetimos este proceso con todos los huevos.
En una sartén aparte bien caliente y sin aceite, ponemos el bacon que se irá cocinando con su propia grasa. Cuando ya esté tostado, apartamos del fuego y reservamos.
Elaboramos la salsa holandesa según la receta que podéis ver en el siguiente link.
Montamos poniendo las dos mitades de cada panecillo boca arriba en el plato. Añadimos una cucharada de salsa holandesa sobre el pan, encima ponemos el bacon y sobre éste los huevos bien escurridos para evitar que el pan quede demasiado húmedo, salpimentamos los huevos y terminamos con una buena cucharada de salsa holandesa.
Son laboriosos pero muy, muy ricos, merece la pena levantarse el domingo y preparar unos exquisitos Benedictine, aliviarán todos vuestros males, garantizado.