Es tiempo de frío, de alubias, de nieblas y sobremesas.
Un planazo es ir a La Arboleda y poder disfrutar de un pueblito precioso en el que parece que se ha detenido el tiempo...entre semana reina la paz y el silencio pero los fines de semana su plaza y sus estrechas calles se llenan de cuadrillas, familias y personas dispuestas a gozar de unas riquísimas alubias.
Este pueblo minero al que podemos subir en funicular, pasear por sus caminos viendo sus preciosos lagos y luego comer una buena alubiada...bien merece una entrada que podría ser...escapada con o sin niños! Todo depende... ;)
Para mí las alubias y las guindillas son todo uno. Me encantan con estas legumbres y como ingrediente de las gildas (para mí pintxo bilbaíno por excelencia) y este verano me han "enseñado" (ya veréis que mucha ciencia no tiene....) a embotarlas y el resultado y lo fácil que es, me ha encantado así que....aquí os vengo hoy con el cuento!
Está claro que es un gustazo comer algo recién cogido de la huerta o como en este caso embotarlo sabiendo qué ingredientes le estamos añadiendo y que para sustituir a los conservantes y colorantes nosotros le añadimos un buen puñado de cariño casero y.... digan lo que digan....no hay color!.
El paso a paso es tan sencillo como elegir unos cuantos botes, así como para la mermelada nos conviene que sean bajitos y de boca ancha, para el tomate altos o bajos pero con bastante capacidad para esto....los estrechos y altos nos vienen perfectos.
INGREDIENTES PARA EMBOTAR GUINDILLAS
- Guindillas recién cogidas
- Aceite de Oliva
- Vinagre
- Sal
ELABORACION
Dificultad... nula!
Se van metiendo las guindillas lo más "de pie" que podamos y bien pegaditas unas a otras.
Rellenamos completamente el bote y después en un recipiente mezclamos una pizca de sal, y la misma cantidad de aceite que de vinagre (la cantidad de mezcla que hagamos depende de los botes que vayamos a preparar)
Lo mezclamos bien y lo vamos vertiendo en los tarros.
Aquí sí os voy a decir que hay un dato muy importante.
Debéis rellenar los botes a tope. En el borde si queda un espacio de aire...la conserva se estropeará y de hecho las guindillas irán cogiendo un color grisáceo feo, señal que se ha estropeado. Lo sé, porque nos pasó y es una pena, así que para un dato importante que hay que recordar....pues eso!
Hasta los topes!
Y esto es todo! Pasados unos meses (entre 2 y 3) las guindillas están listas para consumir.
Estas las puse a primeros de septiembre y ya están deseando que les hinquemos el diente!!
Qué os ha parecido?, merece la pena, verdad?
Lo habéis hecho alguna vez?, tenéis algún truco?, venga que soy toda oídos!