Nota: he dividido la explicación del proceso en pasos, en un intento de facilitar su elaboración, pero está claro que casi todos pueden hacerse simultáneamente: mientras la pechuga se asa pueden cocinarse las mollejas y los higaditos, y mientras pochamos la cebolla podemos mezclar las especias y cortar las hierbas... En fin, cada uno a su gusto.
Ingredientes
8 hojas de masa filo
Una pechuga de pollo
300 gr de mollejas de pollo
250 gr de higaditos de pollo
3 huevos
Una cebolla
1/4 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de de nuez moscada rallada
1/4 cucharadita de cominos
1/4 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de pimienta verde
6 clavos de olor
Una cucharadita de semillas de cilantro
Una cucharada de piñones pelados
Dos cucharadas de pistachos pelados
Una cucharada de semillas tostadas de sésamo
Una cucharadita de semillas de amapola
Un ramillete de perejil
Un ramillete de cilantro
Un trozo de jengibre fresco de unos cuatro o cinco cm.
Un diente de ajo
500 cl de caldo de verduras
Un vaso de vino blanco
Un vaso de brandi
75 gr de mantequilla
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Paso 1: asar la pechuga de pollo
Salpimentamos la pechuga y la colocamos en una fuente apta para el horno.
Machacamos el ajo junto con las semillas de cilantro y una pizca de sal. Añadimos el vino blanco, mezclamos bien y regamos la pechuga con esta mezcla.
Llevamos al horno, que tendremos precalentado a 180º, y dejamos hasta que la pechuga esté hecha: unos treinta o cuarenta minutos.
Dejamos entibiar, desmenuzamos la carne y reservamos.
Paso 2: cocinar las mollejas
En una sartén con un chorro de aceite ponemos las mollejas hasta que queden doradas por todos lados.
Las ponemos en la olla exprés con dos clavos de olor, salamos, las cubrimos con el caldo de verduras y dejamos que cuezan treinta minutos.
Dejamos despresurizar la olla, retiramos las mollejas y reservamos el caldo, que puede congelarse para utilizarlo en otras preparaciones.
Picamos las mollejas en trozos pequeñitos y reservamos.
Paso 3: cocinar los higaditos
En una sartén con un chorrito de aceite ponemos los higaditos y los rehogamos ocho o diez minutos.
Agregamos la pimienta verde, salamos, regamos con el brandi y dejamos hacer unos quince o veinte minutos. El brandi debe reducir por completo.
Trituramos muy bien los higaditos con la batidora hasta conseguir una pasta suave. Reservamos.
Paso 4: Pochar la cebolla
Cortamos en pluma la cebolla y la pochamos, a fuego suave, con un chorro de aceite y una pizca de sal, sin dejar que tome color.
Escurrimos bien el exceso de aceite y reservamos.
Paso 5: Mezclar las especias y preparar las hierbas
Pelamos el jengibre y lo cortamos en juliana muy fina. Reservamos.
En un mortero trituramos muy bien el clavo y los cominos.
Añadimos la canela, la cúrcuma y la nuez moscada. Mezclamos bien y reservamos.
Picamos finamente el perejil y el cilantro y los reservamos.
Paso 5: Mezclar todos los ingredientes
En una sartén o cazuela, con apenas un chorrito de aceite, vamos mezclando (por este orden) la cebolla, el pollo, las mollejas y los higaditos y lo rehogamos un par de minutos.
Agregamos los piñones, los pistachos, las especias, el perejil y el cilantro y revolvemos bien.
Apagamos el fuego y dejamos reposar al menos un par de horas.
Paso 6: Montaje de la empanada y horneado
Forramos un molde redondo con cuatro de las hojas de masa filo, que colocaremos contrapeadas y pintadas con mantequilla derretida.
Añadimos dos huevos batidos a la mezcla que teníamos preparada y vertemos esta en el molde.
Volvemos hacia dentro los extremos de las hojas de masas filo, tapando el relleno.
Cortamos las restantes cuatro hojas de masa en círculos algo más grandes que el diámetro del molde, las pintamos con mantequilla derretida y vamos tapando la empanada, apretando ligeramente para que el relleno se distribuya uniformemente, y remetiendo el borde de las hojas en el borde del molde.
Pintamos con el tercer huevo, batido, la última hoja y la espolvoreamos con las semillas de sésamo y de amapola.
Llevamos al horno, precalentado a 180º, y dejamos hasta que la masa esté crujiente y haya tomado un bonito color dorado: unos veinte o treinta minutos. Ojo que no se queme.
Dejamos enfriar, desmoldamos, y a disfrutarla.