¡Muy buenas amig@s! Hoy tenemos una ensalada muy conocida, especialmente en Estados Unidos, ya que se creó en un famoso hotel de Nueva York. Nos la han preparado en el blog “Las recetas de Isafrape” que os recomiendo visitar y seguir su página de Facebook para ver todo lo que publica.
Ensalada Waldorf, la receta:
La ensalada Waldorf pertenece al selecto club de ensaladas con nombre propio, como la Caprese, la César o la Griega y es muy popular en Estados Unidos, aunque ya se ha extendido por prácticamente todo el mundo.
Esta ensalada tiene su origen en el año 1893 en el hotel Waldorf, el actualmente conocido como Waldorf-Astoria de Manhattan, Nueva York. El maître del hotel, Oscar Tschirky inventó esta sencilla ensalada compuesta por tres ingredientes: apio, manzana y mayonesa. Enseguida las clases más pudientes, los huéspedes del hotel, sucumbieron a los encantos de esta sencilla y sabrosa ensalada y se convirtió en un plato muy solicitado y popular. Tres años después de ser servida por primera vez, es presentada en el libro de cocina “The Cook Book by Oscar of the Waldorf”. Oscar Tschirky (Suiza, 1866-Nueva York, 1950), también fue el precursor de otro plato mundialmente conocido hoy en día y cuyo origen también lo tuvo en el hotel Waldorf, los huevos Benedict. Antes de ser maître del Waldorf-Astoria lo fue de Delmonico´s Restaurant, y aunque no era chef, publicó una gran cantidad de libros de cocina.
Aunque la ensalada original solo constaba de tres ingredientes, poco a poco fue evolucionando e incorporando nuevos ingredientes que le daban aún más sabor y así adaptarse a los tiempos nuevos. Entre estos ingredientes novedosos se encuentran las nueces, que se incorporaron a principios del siglo XX, pasas de Corinto para aportar un toque dulce, queso azul para darle fuerza o incluso hay quien sustituye la lechuga por repollo blanco finamente picado. También se está extendiendo el uso de pollo ahumado, o en su defecto pollo asado, bacon, piñones, incluso hay quien sustituye la mayonesa por yogur.
En la actualidad, en el hotel Waldorf-Astoria se sirven dos variantes, una de ellas contiene nueces caramelizadas y vinagreta de trufa negra cuando es la temporada y la otra emplea una mezcla de nueces con almíbar de cilantro. Como dato curioso os comentaré que en sus comienzos, comerse un plato de esta ensalada costaba veinte centavos, hoy en día cuesta veinte dólares.
Al tener ingredientes tan saludables esta ensalada constituye un plato muy nutritivo. La lechuga posee un alto contenido en agua, entre un 90-95%. Es rica en antioxidantes, como las vitaminas A,C, E, B1, B2, B3, B9 y K; minerales: fósforo, hierro, calcio, potasio y aminoácidos. Las hojas más verdes, que suelen ser las exteriores, son muy ricas en vitamina C y hierro.
Se está extendiendo mucho la idea de usar las hojas de lechuga como soporte para servir ensaladas, como ocurre con el tabule en el Medio Oriente. Las hojas de lechuga se emplean formando un paquete. La lechuga americana, por ejemplo se emplea en la elaboración de hamburguesas y tacos mexicanos.
Para una optima conservación de la lechuga se recomienda una temperatura de 0ºC y una humedad relativa del 98-100%. En condiciones de conservación óptimas, tiene una vida útil después de su recolección de dos a tres semanas aproximadamente. También tiene uso terapéutico. Las lechugas son utilizadas en infusión como ansiolíticos para favorecer el sueño. En la Antigüedad, principalmente en Egipto, se rendía culto a las diosas consideradas de la libido ofreciéndoles plantas de lechuga. Curiosidades de la vida, en el año 2006 se descubrió que una dosis moderada de alcaloides presentes en la lechuga tiene efectos ligeramente afrodisíacos, mientras que una elevada cantidad actúa como lo contrario, como ansiolítico.
En aquellos países en los que las aguas de regadío carecen de higiene, la lechuga puede ser una importante fuente de infecciones o enfermedades gastrointestinales, como la fiebre tifoidea, el cólera y la salmonelosis, por lo que se recomienda consumirlas bien lavadas con agua potable y desinfectadas con una solución microbicida.
Otro de los ingredientes importantes de la ensalada, las nueces, son sumamente importantes y deberíamos de incluirlas en nuestra dieta diaria, ya que su consumo aporta múltiples beneficios para nuestra salud. Contiene gran cantidad de minerales y vitaminas, aporta una cantidad importante de antioxidantes beneficiosos para las células, proteínas, vitaminas del grupo B, vitamina A, aminoácidos como la lecitina y ácidos grasos omega 3 que ayudan a reducir el colesterol malo que podamos tener en nuestra sangre. También nos aportan ácidos grasos poliinsaturados, ácido fólico (recomendado durante los primeros meses de gestación) y magnesio, por lo cual el consumo de estos componentes nos ayuda a reducir el colesterol en la sangre, por ello se dice que las nueces tienen grandes propiedades que favorecen la buena circulación de la sangre y aumenta la producción de glóbulos rojos.
Los antioxidantes presentes en las nueces ayudan en el tratamiento de la demencia senil o alzheimer. Es recomendable que las personas propensas a estas enfermedades o las que la padecen agreguen a su dieta diaria unas cuantas unidades, ya que el aporte de antioxidantes ayudará a estas personas a mitigar los efectos de estas enfermedades, no a curarla, puesto que no tiene cura, solo se puede controlar. Los antioxidantes ayudan a retardar el envejecimiento celular y ayuda en la oxigenación de las células, retardando sus síntomas.
A pesar de todas sus propiedades beneficiosas no debemos olvidar que es un fruto seco, y como tal posee bastantes calorías, así que hay que comerlas a diario para notar sus múltiples efectos beneficiosos pero con moderación. Otra ventaja que podemos encontrar es su efecto saciante, ya que picando nueces entre horas saciaremos el hambre que podamos tener.
Debido a su alto contenido en calcio resulta importante para reforzar los huesos y prevenir la aparición de enfermedades óseas como la osteoporosis, y es muy recomendable su ingesta en mujeres con menopausia, ya que durante esta etapa los huesos se debilitan. Ya habéis comprobado lo completa que es esta ensalada. A mí me encanta, la encuentro muy potente, con mucho sabor. Se puede comer como guarnición de carnes rojas o sola, como entrante. Para darle más frescura y aligerarla un poco he optado por mezclar la mayonesa con yogur y os puedo asegurar que el resultado me ha parecido más satisfactorio que cuando empleo solo mayonesa. Además esta idea os puede servir para otras ensaladas, como de pasta por ejemplo. El roquefort es una opción. A mi me gusta mucho este tipo de queso pero entiendo que haya personas a las que no le agrade. En ese caso se puede prescindir de él sin problemas, aunque insisto, le aporta mucho sabor.
Ensalada Waldorf, ingredientes:
1 corazón de lechuga
2 ó 3 ramas de apio cortadas en rodajas
1 manzana verde pelada, troceada a dados y regada con zumo de medio limón para que no se oxide.
4 cucharadas soperas de nueces peladas y troceadas
4 cucharadas soperas de pasas de Corinto
Queso roquefort cortado a dados al gusto
3 cucharadas soperas grandes de mayonesa
2 cucharadas soperas de yogur natural sin azúcar
La cantidad de ingredientes es orientativa. Podéis poner o quitar cantidades según si un ingrediente os gusta más o menos.
Ensalada Waldorf, preparación:
Mezclamos la mayonesa y el yogur en un cuenco. Reservamos.
Disponemos la lechuga ya lavada, escurrida y cortada en un plato o fuente. Sobre esta echamos el apio, la manzana, las nueces, las pasas y los dados de roquefort.
Servimos con la salsa de mayonesa y yogur.
Otra receta recomendada de ensalada:
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