La alimentación es la satisfacción de unas necesidades físicas, la gastronomía permite subimar ésta función y convertir el acto de comer en un placer para los sentidos?Ferrá Adriá
La finalidad de cocinar para quienes tenemos que realizar ésta ardua y a veces dura labor, tanto si lo realizamos para nuestra familia como para uno mismo, lógicamente es la de alimentarlos y alimentarnos. Pero cada día que pasa en mi vida, intento y procuro, con una buena dosis de cariño, pensando en los gustos personales de quienes se sientan en mi mesa, que la alimentación se transforme en gastronomía.
Y me cuesta, a veces más de lo que yo quisiera. A pesar de mi experiencia a la hora de disfrutar habiendo visitado y conocido cientos, quizás miles restaurantes a lo largo de mi vida, por muchísimos países del mundo, a pesar de mi gran afición desde hace años a los libros de gastronomía y últimamente ver a través de internet y admirar a grandes blogueros cocineros, he de reconocer que no soy muy creativa con los platos en cuanto a decoración e incluso a innovación de mezclas de ingredientes.
Hay épocas, si me permiten la expresión, en las que tengo rachas de bajones gastronómicos en la cocina, faltos de creatividad a la hora sobre todo de presentarlos, decorarlos e incluso fotografiarlos, en las que me limito a los platos tradicionales, los de toda la vida y de pronto, momentos en los que me predispongo a poner en práctica sabores, ingredientes, recetas que me llaman la atención sobre todo de los libros que más me apasionan y que voy adaptando a mis gustos y se van sumando paulatinamente a mi blog.
Recetas algunas que me hacen viajar, soñar, emocionarme, reirme inclusive en ocasiones con los resultados, enfadarme si no me salen como debiera, incluso recetas que me seducen o me permiten seducir a mis comensales, que comparto con quienes tienen la paciencia de leer éste recetario en el que se ha convertido éste blog.
Una de mis fuentes de inspiración y ya lo he comentado en muchas ocasiones es ÉSTE LIBRO del gran chef malagueño Dani Garcia, lo leo, lo miro y lo releo y en ocasiones mezclo ingredientes basándome en sus ?genialidades?.
En ésta ocasión he puesto en practica en una ensalada, una de sus riquísima vinagretas: de miso.
El miso es una pasta elaborada con semillas fermentadas, unas veces de arroz, otras de cebada y la más conocida y usada, el miso de soja.
Aunque tengo entendido que su origen es china es en la gastronomía de Japón donde alcanza más notoriedad y consumo. No hay que olvidar que en dichos paises, durante muchos siglos fue considerado un alimento curativo.
Miso, de hecho es una palabra japonesa, miso significa ?fuente de sabor? y es la unión de dos palabras: Mi que quiere decir ?sabor o condimento? y So que significa ?fuerte?.
Efectivamente el miso tiene un sabor muy intenso y un gran valor nutricional, que no solo se usa para la elaboración de la famosa sopa del mismo nombre, sino que lo usan para adobar, para preparar platos salteados e incluso en salsas, como en ésta ocasión he preparado.
¿Cómo lo he hecho?
Lógicamente siguiendo la idea de Dani Garcia a la hora de realizar la vinagreta, pero a mi manera ?.
Ingredientes para la vinagreta:
Dos cucharadas soperas de agua, una cucharada sopera de jengibre fresco, un diente de ajo, dos cucharadas soperas de salsa de soja, una cucharada pequeña de miso blanco (lo suelo comprar en un supermercado oriental en Torremolinos), zumo de medio limón, 30 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (malagueño a ser posible), una cucharada sopera de miel (he usado miel de caña de la Axarquia malagueña).
Para hacerla:
Pelar el jengibre y junto con el diente de ajo machacarlos en un mortero.
En un cazo poner a hervir el agua, la soja y la mezcla de ajo y jengibre; llevar a ebullición durante un minuto y retirar del fuego.
En un recipiente echar el zumo del limón, con la miel, el miso y el aceite de oliva mezclando bien todo el conjunto, agregándolo a la mezcla anterior, de forma que queden todos los ingredientes debidamente integrados.
Para la ensalada:
En ésta ocasión he usado berros, gambas, aguacate, pimiento amarillo, tomatitos kumato y sésamo.
Pelar las gambas. Mientras en una cacerolita calentar aceite, retirar del fuego y confitar las gambas en el aceite, sacarlas y escurrirlas.
Picar en trozos pequeños pimiento amarillo, pelar el aguacate y trocear.
Fuente: este post proviene de Blog de Mi Cocina Carmen Rosa, donde puedes consultar el contenido original.
