El pasado 17 de Mayo fue el cumpleaños de mi marido y claro está, no podía faltar una buena tarta, así que dejé que eligiera el sabor, pues iba a ser uno de sus regalos en ese día. No lo dudó mucho, quería una tarta que llevara queso y ya puestos, como es época de fresas, porqué no combinarlo con esta fruta deliciosa, que dicho de paso, me encanta........ Verdaderamente me lo puso fácil pues tenía todos los ingredientes necesarios para lo que había pensado.
La combinación de esta tarta es deliciosa, la podemos elaborar en el mismo día o bien el día anterior preparamos la masa quebrada y el relleno para, al día siguiente, decorarla como más nos guste. Os diré que es riquísima y seguro que no será la única vez que la prepare. Recomendada queda.
INGREDIENTES:
Para la base y bordes:
- 250 gr. de harina simple
- 125 gr. de mantequilla
- 100 gr. de azúcar
- 1 yema de huevo
Para el relleno:
- 250 gr. de requesón
- 100 gr. de azúcar
- 1 bolsita de polvos para pudding de vainilla
- 4 huevos
- 250 ml. de nata (crema de leche) líquida
- la corteza rallada de un limón
Para la decoración:
- 250 gr. de fresas
- 1 sobre de gelatina de fresas para bañar tartas
-500 gr. de garbanzos (para poner sobre la masa)
- 1 molde desmontable de 22cm.
PREPARACIÓN:
Primero preparamos la masa y ponemos el horno a 190º. Tamizamos la harina, la mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar y la yema, amasamos bien hasta formar una masa homogénea. Formamos una bola, forramos con film o papel de aluminio y la dejamos en la nevera durante dos horas.
Pasado ese tiempo la sacamos y la estiramos sobre una superficie enharinada. Forramos el molde con papel vegetal. Cortamos primero la base y la colocamos en el fondo del molde, luego cortamos los bordes y los vamos colocando alrededor haciendo un poco de presión para que quede bien adherido a la base. Pinchamos toda la masa varias veces con un tenedor y ponemos encima los garbanzos (para que cuando se cocine la masa no se caiga). Lo dejamos cocer durante diez minutos a altura media. Dejamos templar y quitamos los garbanzos.
Para el relleno, batiremos el requesón con el azúcar, los polvos para pudding, la ralladura del limón y los huevos, hasta que se mezclen bien todos los ingredientes. Montamos la nata (crema de leche) y la añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes. Rellenamos la masa que habíamos cocido anteriormente y llevamos al horno durante 60 minutos aproximadamente y bajamos la temperatura a 180º. Dejamos enfriar y desmoldamos.
Las fresas las partimos a la mitad, lavamos y escurrimos. Las vamos poniendo sobre el pastel de manera que quede bonito. Preparamos la gelatina como sugiere el fabricante y pincelamos las fresas para que queden con brillo.
Al hacer el requesón subió y luego se hundió, por eso hice una crema de fresas con puré de fresas más nata (crema de leche), con eso nivelé la superficie y luego coloqué las fresas. Espero les guste
Mirad el corte........... ¡Qué rico!