Ensaladas fresquitas, con aliños originales, que además podemos convertir en plato único añadiéndoles algo de proteína a nuestro gusto: una latita de atún, unas alubias blancas cocidas, unos cubitos de jamón cocido. Resultón donde los haya, yo suelo preparar todo con antelación y aliñar en el momento de llegar a casa mientras ponemos la mesa y preparamos cualquier otra cosa, para tener la comida lista en un plis.
Y es que las judías verdes no pueden ser mejores. Legumbre por dentro, hortaliza por fuera. Porque señores, estas cositas verdes son legumbres, pero la consumimos igual que muchas otras verduras. Mucha agua, fibra, vitaminas y minerales, con beneficios antioxidantes, mejora también la retención de líquidos. No hay que dudarlo, las judías verdes, ya sean redondas o de vaina ancha, son un tesoro de la naturaleza.
Ensalada de judías verdes
Ingredientes para 2 personas
300 g de judías verdes {pueden ser congeladas}.
150 g de patata.
50 g de maíz dulce en conserva.
100 g de tomate.
10 aceitunas.
15 g de nueces.
Para el aliño:
2 cucharadas de aceite de oliva.
1 cucharada de vinagre de manzana.
1 cucharadita de mostaza de Dijon.
1/2 cucharadita de miel.
ajo en polvo.
sal.
pimienta negra molida.
albahaca.
orégano.
Preparación:1. Cocemos las judías verdes y las patatas, escurrimos y dejamos enfriar. Troceamos, no demasiado pequeño, y ponemos en una ensaladera, con el resto de ingredientes, también troceados.
2. En una tacita o bol pequeño mezclamos los ingredientes del aliño y vertemos sobre la ensalada.
3. Mezclamos con cuidado y dejamos reposar al menos 15 minutos para que se integren todos los sabores.
4. Si queremos convertir esta ensalada en un plato completo, podemos añadir una proteína: unas gambas cocidas, surimi, un poquito de jamón york, una latita de atún... al gusto.