4 pechugas de pollo, harina, orégano, sal, limón, tomates cherry y aceite.
Un plato sabroso, por una receta tan sencilla de hacer. La carne sale tierna y dorada, el limón le da un toque de acidez perfecto.
Filetear la pechuga de pollo o pedir al carnicero que os lo haga. Añadir orégano y sal a la harina y rebozar los filetes. En una sartén, poner unas 3 cucharadas de aceite y dorar los filetes.
Disponer los filetes en un plato. Apagar el fuego, exprimir el zumo de medio limón directamente en la sartén, remover y salsear los filetes. Acompañar con una guarnición de tomates cherry aliñados con sal, orégano, aceite y glasa de vinagre balsámico.
Recomiendo un vino tinto suave.
¡Saludos!
Pier