- Señorita, me han regalado en mi trabajo una escapada a un hotel de Ruralka y quiero reservar para mañana mismo. El año pasado me caducó el regalo y este año no quiero que me pase igual.
- Con tan poca antelación habrá poca disponibilidad, ¿dónde quiere ir?
- Mire usté -JM Anzar se apodera de mí a veces-. Se han alineado los astros y no va a llover, ni a hacer frío, ni tenemos mocos, ni tos, ni fiebre, ni diarrea, ni nos duele la cadera. Es probable que no se vuelva a dar esta conjunción en los próximos 27 fines de semana y para entonces me habrá caducado el regalo, así que resérveme ANDE SEA.
Así, y en contra de mi naturaleza planificadora, de la manera más precipitada e irreflexiva, terminamos pasando un fin de semana maravilloso. La conjunción de Raticulín y Ganímedes se completó con la buena fortuna de que hubiera disponibilidad únicamente en un lugar, que resultó ser seguramente el más bonito de todos. Os dejo hoy con una pincelada de nuestro fin de semana en la Finca El Cortiñal.
Lo primero que os diré es que si llego a saber lo bien que íbamos a estar habría reservado más de una noche. Al menos dos. Me dijeron que el precio por noche equivalente a la habitación que nosotros llevábamos era de 120 eur. Antes de llegar me parecía carete. Cinco minutos después de cruzar la verja de entrada me parecía un chollo.
Merece la pena estar más de un día por varios motivos: para nosotros, desde Madrid, fue un poco paliza de coche porque son en total unas 4 horitas. Y eso con dos monstruítas, se hace largo. Igual es por eso que la experiencia me resultó especialmente relajante, porque ya iba en plan Carmen Maura cuando llegamos allí? Pero en general, las instalaciones y la finca son tan bonitas, tan extensas y tan disfrutables, que para tener tiempo de aprovecharlo todo bien y además de conocer un poco el entorno, dos días con una noche se hacen muy cortos.
La finca son en total como unas 10 habitaciones (no lo sé a ciencia cierta pero calculo que más o menos) que están distribuidas en casitas independientes. Además de las casitas de las habitaciones hay otras casitas que son de uso común, una biblioteca, un "salón del estanque", el spa y la casita del desayuno. Todas las edificaciones están diseminadas con un gusto paisajístico exquisito. Un estanque precioso pone el toque menos silvestre a todo lo demás. Los detalles son la esencia del lugar. Todo está pensado para que sea a la vez bonito, agradable, y cómodo. Cosas que no siempre son fáciles de conjugar. Aquí se consigue. Ayuda la presencia de la guardesa de la finca que además vela porque todo esté perfecto y a punto en cada momento y cada lugar, sin que la veas siquiera.
Nos explicó que estas casas eran de uso particular, la segunda vivienda de los propietarios, que las empleaban para alojar amigos y visitas cuando se reunían en la finca. Hace muy poco tiempo que se utiliza como establecimiento de hostelería rural. Yo no sé quiénes serán estos propietarios, pero a parte de consideraciones obvias como que estarán forraos, tienen un gusto especial. Yo apostaría algo a que son artistas, pintores, escultores, arquitectos?. no sé, algo así. Sin darte cuenta se nota que todo está hecho para que sea estéticamente armonioso. El ciprés de turno está colocado estratégicamente en el ángulo perfecto de la casa para que las fotos siempre sean bonitas.
En un sitio tan bien puesto puede parecer que los niños no tienen mucha cabida. Y es totalmente al contrario. Los espacios son enormes y fuera de la zona "civilizada" de la finca, la propiedad se extiende en dehesas hasta donde alcanza la vista y por allí estuvimos paseando. Los animales corretean libres en las inmediaciones y pudimos acercarnos cautelosamente a las vacas que pastaban por allí, a los cerditos ibéricos que corrían hacia nosotros, a los caballos que en un momento pensamos que nos perseguían pero que sólo iban al abrevadero (qué cuatro paletos de urbe corriendo acojonaos por 3 caballos. Yo me creí en San Fermín.). Vimos las gallinitas que pusieron los huevos que nos comimos ese mismo día. Yo no sé vosotros, pero puede que en toda mi vida no me haya comido un huevo tan fresco. Y la merienda fueron unas mandarinas cogidas directamente del árbol.
En cuanto al alojamiento en sí, nosotros teníamos una habitación doble estándar que es lo que incluía el regalo de empresa, con desayuno. Era muy bonita con una cama de 2x2m en la que dormimos los dos adultos con la niña pequeña y nos pusieron una cama supletoria para la mayor por 15 eur. De nuevo detalles como una cesta de fruta, bombones y botellas de agua mineral en la habitación y unos albornoces suevecitos. Me imagino que las suites seran... no, mejor no me lo quiero imaginar. Disculpad el desorden en la foto de la habitación pero no tuve tiempo de hacerla cuando llegamos y estaba todo colocadito.
No tengo fotos del spa porque estaba cerrado, pero que sepáis que es de uso exclusivo. Lo reservas y es sólo para ti. Te lo preparan lleno de velas y de aromas y es precioso y con vistas al estanque. Si lo hubiera sabido lo habría reservado para habernos dado una sesión de spa familiar. La biblioteca y el salón del estanque son espacios pensados para relajarse y tomar una copa. Camuflados con tremendo gusto hay frigoríficos con refrescos y muebles con bebidas. Ordenador para poner música, libros, revistas, chimenea.
En cuanto a las inmediaciones: a pocos km está la frontera con Portugal. El primer pueblito portugués se llama Marvão y tiene un castillo en lo alto de una montaña. Cómo les gustaban estas edificaciones en alturas a los portugueses y qué bonitas son. Las vistas son increíbles hacia los dos lados de la frontera y es una visita muy entretenida.
En la zona de España, Valencia de Alcántara que es el municipio al que pertenece la finca es un pueblo muy bonito, pero lo que más me gustó fue el entorno más campestre. Hay rutas de senderismo para todos los niveles de dificultad. Algunas se pueden hacer perfectamente con los niños y otras son para senderistas avanzados. El conjunto megalítico que se encuentra en la zona es de los más antiguos (no sé si el más!) de Europa y merece una visita también.
Y como esto es un blog mayoritariamente de comida os diré que comer comer, en Extremadura se come de lujo en cualquier parte y además muy bien de precio. En la Finca no sirven nada más que desayunos pero os aseguro que la bollería es exquisita, los panes y el aceite son de los buenos y los huevos que te preparan al momento ya os los he contado. El resto del día hay que salir a comer y cenar por la zona pero en mi opinión es una buena ocasión para explorar y dejarse aconsejar por Carlota, la guardesa, que nos dio buenas recomendaciones.
En todas mis entradas os animo a que probéis las recetas, a que intentéis hacer cosas ricas de comer que dan poco trabajo y cuya recompensa es enorme. En este caso os recomiendo lo contrario. No hagáis nada. Nada más que ir hasta El Cortiñal. Llegad y dejaos mimar. Extremadura suele ser un destino con el que no se falla, pero en este caso se acierta de pleno. Hacedme caso.
Las fotos son del móvil así que no son de lo mejorcito pero espero que os podáis hacer una idea.Para desestresar, El Cortiñal