Hoy os sugiero un plato de verduras, unas espinacas gratinadas con bechamel y queso.
Una manera sana de comenzar una cena o una comida si se prefiere.
Me gustan mucho las espinacas, una verdura muy versátil.
Por eso las preparo de diversas maneras, en tortilla, garbanzos y huevo cocido, en canalones, quiche, revueltos...
Tienes la facilidad de encontrar en el super las espinacas frescas en bolsa y congeladas.
Esto de disponerlas así, facilita mucho la preparación del plato.
También, en la frutería frescas, pero hay que lavarlas bien, para quitar toda la tierra que llevan.
Ingredientes para 4 personas:
1 kg de espinacas frescas
1 cebolla dulce
2 dientes de ajo
150 g de queso rallado para gratinar
Aceite de oliva
sal
Para la bechamel:
50 g de harina
750 ml de leche sin lactosa
Nuez moscada recién rallada
Pimienta molida
Sal
Elaboración:
Pelar y picar muy fino la cebolla y los ajos.
Poner en una cazuela un poco de aceite y pochar la cebolla, seguidamente el ajo, hasta que tenga un color transparente.
Añadir las espinacas y remover.
Poco a poco irán reduciendo de volumen.
Incorporar la harina y cocinar unos minutos removiendo.
Seguidamente, ir añadiendo la leche, lo que haga falta para obtener una crema suave.
Salpimentar y rallar un poco de nuez moscada. Mezclar.
Poner en una fuente para el horno y cubrir con el queso rallado.
Introducir en el horno y gratinar hasta que el queso esté dorado.
Qué os parece la receta de hoy, muy sencilla y apenas tiene trabajo y complicaciones.
Pero sé que os gustará.
¡Buen provecho!