¿Por qué le llamo falsa lasaña? Porque según la definición, la lasaña es una pasta en láminas que se sirve intercalando capas de carne o verduras y se cubre de bechamel. Pues bien, mi lasaña no lleva pasta ni lleva bechamel. Y alguno se preguntará, ¿entonces que lleva? ¡Calabacín, mucho calabacín! Esta es una versión un tanto libre de la lasaña de verduras de mi compi Carolina de Tomillo, laurel y otras cosas de comer. Como con la dieta tengo los hidratos bastante limitados, estaba buscando una receta de lasaña sin pasta. Y yo le he dado una vuelta de tuerca quitando también la bechamel. Tiene la ventaja de que al no llevar pasta ni harina es mucho menos calórica. Además es apta para celiacos (Nere, para que no te quejes, otra idea que está buenísima). El calabacín es otra de esas maravillosas verduras que no debería faltar en nuestra dieta por su bajo aporte calórico, gran aporte de agua, potasio y beta carotenos entre otras cosas. Debéis creerme cuando os digo que sale riquísima.
Ingredientes
Para la lasaña
Dos pechugas de pollo picado (medio kilo más o menos)
Dos calabacines (un kilo aproximadamente)
Media cebolla
Una zanahoria
Medio pimiento rojo
Medio pimiento verde (yo utilicé unas tiras de pimiento de colorines congeladas que son geniales para tener como ?fondo de nevera?)
200g de tomate triturado
Medio vaso de vino blanco
Sal, pimienta, nuez moscada, perejil, cilantro
Para la crema
Dos calabacines
100ml de agua
100ml de leche
100g de queso de untar (también se puede sustituir por 4 quesitos)
Sal, nuez moscada
Pasos
Lavar y quitar las puntas a los calabacines para la lasaña. Partir en partir en lonchas a lo largo. Si tenéis una mandolina este paso es muy rápido. Salar y pasar por plancha o sartén con un poquito de aceite. Sacar a un plato y reservar.
Picar la cebollas y poner en una sartén a fuego bajo con un chorrito de aceite y un poco de sal. Cuando la cebolla empiece a estar tierna, añadir el pimiento y la zanahoria.
Dejar rehogar unos 10 minutos y añadir el tomate triturado y el vino blanco y las especias. Tapar la satén y dejar que las verduras se cuezan en el tomate a fuego bajo. Si vemos que la salsa queda muy seca, añadir un poquito de agua
Cuando todas las verduras estén tiernas (la que más tarde en hacerse es la zanahoria) añadir la carne de pollo. Remover para que se integre perfectamente con la salsa. La carde picada de pollo tiene a compactarse mucho. Para que no nos quede una especie de albóndiga gigante, yo utilizo un tenedor de madera (para no rayar la sartén) y voy desmenuzando la carne a medida que se hace para que quede perfectamente integrada con el sofrito. Rectificar la sal y la pimienta si es necesario.
Ahora solo queda la salsa. Pelar y lavar los calabacines. Introducir en la olla a presión junto con el agua. Cocinar durante unos 8 minutos. Pasar por la batidora junto con el queso y la leche. Añadir nuez moscada al gusto. Yo suelo poner media cucharadita.
Precalentar el horno con función grill a 170º
Ya sólo queda montar la lasaña. En una fuente ponemos una capa fina de crema. Ponemos las lonchas de calabacín como si fueran nuestras láminas de pasta.
Cubrimos con la salsa de pollo y con más crema. Tapamos con otra capa de calabacín. Repetimos el proceso hasta agotar todos nuestros ingredientes. Para mí lo ideal es repartirlos de maneta que salgan dos pisos de carne.
No os fijéis mucho en mi desastre de fuente, lo ideal hubiera sido utilizar una un poco más ancha y un poco más alta, pero no tenía otra y desborda por todos lados.
Terminamos cubriendo la última capa de calabacín con lo que quede de la crema. Espolvoreamos queso rallado e introducimos en el horno unos 15 minutos, hasta que el queso esté dorado.