¿Entonces, por qué no la utilizas más en tus recetas? os preguntaréis. Pues tan sencillo como que soy alérgica, así que me quedo con las ganas de probar el flan de hoy, pero en casa han disfrutado mucho de él y les ha encantado. Seguro que a vosotros también.
Ingredientes:
1 lata grande de piña en su jugo
1 bote de leche evaporada
2 sobres de gelatina de piña
200 gr. de azúcar
2 cucharadas de agua
guindas (para decorar)
Elaboración:
Comenzamos preparando el caramelo. Para ello ponemos en un cazo al fuego, el azúcar con las dos cucharadas de agua. Con el calor, el azúcar se irá derritiendo. Debemos estar muy pendientes porque cuando empiece a caramelizar adquirirá ese color dorado característico del caramelo, pero cuidado que no se queme, o de lo contrario amargará. Cuando esté listo lo vertemos sobre el fondo del molde o flanera que vamos a emplear.
En el vaso de la batidora ponemos la piña (sin su jugo) y la leche evaporada. Batimos hasta obtener una papilla. Reservamos.
En un cazo ponemos un vaso de agua a calentar, cuando esté caliente apartamos y diluímos los dos sobres de gelatina. Entonces añadimos el jugo de la piña y mezclamos todo muy bien.
Vamos a añadir esta mezcla a la papilla que teníamos reservada y batimos todo junto, para que quede bien integrado.
Vertemos en el molde o flanera que hemos elegido y lo llevamos a la nevera a enfriar, durante al menos, 4 ó 5 horas, o bien hasta que haya cuajado. Yo lo dejo durante toda la noche.
Cuando vayamos a servir desmoldamos con cuidado sobre una bandeja o plato llano y decoramos con las guindas. Si queréis podéis reservar alguna rodaja de piña para la decoración.
Que lo disfrutéis Cocinitas!! Hasta la próxima!!