La semana pasada me preguntaban - ¿Qué "le echas" tú a los fideos a la cazuela? - A lo que yo respondí - Puesss los hago con costilla, salchichas y un buen sofrito - ¡Ya!, - Me insistieron - ¿Pero qué más "le echas"?...
Mis fideos a la cazuela no llevan mucho más. A lo que si doy mucha importancia es al sofrito porque quiero que me quede bien confitado. Así es como lo he comido siempre en mi casa, y de ese modo es como yo lo he seguido haciendo. No es tan complicado, solo se necesita algo de paciencia.
Hace tiempo que no publico una receta con el paso a paso pero creo que de vez en cuando va bien recordar que la cocina tradicional no requiere de muchos y sofisticados ingredientes, sino buena materia prima y fuego lento.
Ingredientes para 4 personas
400 g de fideos gruesos
2 tiras medianas de costilla de cerdo con poca grasa
4 salchichas de cerdo condimentadas con pimienta negra (sin gluten)
300 g de cebolla de Figueras*
2 tomates de rama muy maduros (300 g aprox)
100 g de pimiento verde
100 g de pimiento rojo
2 hojas de laurel
1 cucharadita rasa de pimentón de la Vera
2,250 ml de caldo de carne desengrasado
Aceite de oliva
Sal
*La cebolla de Figueras procede de la zona del Ampurdán, en la provincia de Gerona. Es una variedad de cebolla dulce que contiene bastante agua por lo cual si se usa en un sofrito suele menguar bastante. Si usáis una de carne más consistente con unos 250 g tendréis suficiente.
Preparación:
Cortar la costilla y salpimentar.
Las salchichas ya están condimentadas, por lo tanto solo hay que cortarlas a trocitos pequeños. En este caso las he comprado condimentadas con pimienta negra y no están hechas más que de carne picada, sin ningún espesante añadido.
Dorar en una cazuela con aceite de oliva y reservar.
Cortar la cebolla a brunoise. Cortar el pimiento pequeño. Rallar el tomate maduro.
Sofreír la cebolla tapada a fuego lento hasta que se ablande. En este punto introducir el pimiento. Seguir cocinando hasta que todo el conjunto adquiera una tonalidad de color dorado oscuro. Añadir el tomate rallado. No introduzcáis el tomate en la cazuela si la cebolla no está bien dorada. Recordar remover de vez en cuando.
"El fondo" de este plato requiere su tiempo pero tenéis que ayudarle añadiendo unas gotitas de agua a medida que el tomate va perdiendo humedad y aflora de nuevo el aceite. De esa forma se alarga la cocción sin que se queme a la vez que va confitando el fondo.
Remover de vez en cuando y dejad que siga haciéndose lentamente hasta que tenga el aspecto y el color que veis en la fotografía.
No es necesario, pero a mi me gusta ponerle un toque de pimentón de la Vera, poquito pero lo suficiente para dar al caldo un toque casero. Condimentar también con sal, no mucha si el caldo ya contiene
Es el momento de añadir a la cazuela la carne que teníamos reservada.
Separad 1,600 ml aprox. de caldo. Con el resto cubrid lo justo la carne de la cazuela. Lo que os sobre reservadlo para la cocción de los fideos, nunca se sabe si se va a necesitar un poco más.
Añadid las dos hojas de laurel y cocinar a fuego lento hasta que la carne esté tierna.
Como podéis ver abajo quedaban en la cazuela menos de dos dedos de líquido cuando he introducido los fideos.
En este paso ya tenemos la carne tierna, los fideos han absorbido el jugo del sofrito y solo nos queda hervirlos.
Añadid el caldo hirviendo, (yo siempre me reservo un poco y le pongo un poco más si veo que hace falta).
Removed y cocinar a fuego lento el tiempo que os indique el fabricante. A media cocción moved la cazuela en un pequeño vaivén por si acaso se ha pegado algo.
Es un plato que se debe servir inmediatamente, porque la pasta absorbe todo el líquido que le pongas y a más tiempo se tarde más blanda estará.
¡Qué aproveche!