No os miento si os digo que "me sale el verde por los ojos" y es que, a estas alturas, a una le entran las prisas por perder los kilos de más. Cosa para nada recomendable, por cierto.
Pero la cuestión se complica cuando, ya no es que te guste comer sino que, te gusta cocinar recetas nuevas casi a diario. Con esta situación mi capacidad de inventiva se ve limitada a todo "lo verde" y cocinado sin grasas. Y dicho así, pareciera que la receta que os presento es insípida o aburrida, ya que está cocinada con verdura y sin grasa... pero no, todo lo contrario.
Se trata de un flan de calabacín que es una idea estupenda, apta para compartir en familia por ser perfecta para la dieta y deliciosa si la acompañamos de alguna salsa tipo mayonesa o de queso. Lo dicho que, como vale para todos, así matamos dos pájaros de un tiro y no tenemos que estar cocinando recetas diferentes, una para los que están a dieta y otra para los que no lo están.
Y lo mejor de todo es que se cocina en el microondas en 10 minutos.
Ingredientes (para 6 personas)
- 4 Huevos
- 500 gr. de Calabacín
- 250 ml. de Leche desnatada
- Una cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de pimienta
- Sal
Modo de preparación:
Lavamos bien el calabacín y, sin quitarle la piel, lo cortamos en rodajitas lo más finas posibles.
Por otro lado, batimos los huevos y les añadimos la leche, el aceite de oliva, la pizca de pimienta y la sal. Lo mezclamos todo bien.
Engrasamos, ligeramente, un molde apto para microondas y cubrimos el fondo con un poco de la mezcla de huevos y leche. Ponemos rodajas de calabacín de forma ordenada e iremos intercalando éstas con la mezcla de huevos y leche. Así, hasta acabar tanto el calabacín como la mezcla de huevo y leche.
Introduciremos el molde en el microondas a máxima potencia durante 10 minutos. Transcurrido el tiempo, lo pincharemos para ver si ha cuajado. Si lo veis blandito, podéis ponerle hasta 5 minutos más.
Una vez cuajado, lo sacaremos del microondas (cuidado, no vayáis a quemaros) y lo pondremos boca abajo sobre un plato para que caiga por sí solo.
¡Y listo! Como veis es fácil y muy limpia su preparación. Lo podéis tomar frío o caliente, eso sí, si lo coméis al día siguiente está mucho más rico.
*Para la decoración he utilizado calabacín en rodajas y taquitos pequeños de jamón serrano.
Espero que os guste.