Como colofón y broche de mis intensos y a veces largos días tengo por costumbre leer unas cuantas páginas de un buen libro, a través de sus páginas, de sus historias viaja mi imaginación a otros lugares, a otros mundos.
Aunque todo hay que decirlo, casi sin darme cuenta, en ocasiones la lectura me lleva a un profundo sueño; vamos que de vez en cuando me quedo profundamente dormida, bien por el cansancio del ajetreo diario o porque el libro en sí no termine de captar toda mi atención.
Duermo profundamente y como vulgarmente suele decirse ?de un tirón?; pero, curiosamente hace unas cuantas noches me desperté cuando aún no clareaba el día en mitad de un sueño:
Me encontraba en mi cocina, donde todos los detalles decorativos son de color verde, un color que da alegría y vitalidad a ésta habitación tan importante para quienes nos gusta cocinar, la gama no es muy amplia va desde el verde manzana del logo de mi blog que impera en las cojines y en las cortinas, abarcando hasta un verde claro ?limón? y sobresale entre ellos el verde pistacho; desde paletas, servilletas, delantal, manoplas, tazas e incluso los moldes de silicona.
Pués bien, en mi cortado ensoñamiento, tenía en las manos un precioso molde de silicona de color verde pistacho con seis huecos con forma de frutas o flores, con el que hice éste riquisimo bizcocho de peppermint
y me encontraba preparando en él dos flanes, el flan de fresa (éste es el enlace) y el flan de naranja (éste es su enlace) de Merchi, su blog: Con sabor a Canela .
El sueño sería mi subsconciente recordándome que ése día, ella había publicado el flan de naranja y unos días antes el de fresa. Verlos y querer probarlos fue todo uno, no sólo por lo exquisito de la receta, que ella borda ya que es una magnifica cocinera, sino también es una artista a la hora de plasmar sus platos en el blog, hace unas fotos increíbles.
El de naranja se quedó grabado en mi memoria, tenía que seguir con mi sueño y hacerlo realidad, así que ni corta ni perezosa, nada más llegar a mi cocina me puse manos a la obra, no podía dejar pasar un solo día sin probarlo.
Mi admirada amiga Merchi, en su entrada dice: Si buscáis preparar un flan ligero, de textura suave, y con un intenso sabor a naranja este reúne todas las condiciones. Sin duda, un delicioso postre para servir después de un buen almuerzo. Además no empalaga como puede pasar con otro tipo de flanes más compactos o densos, este es todo lo contrario.... es un flan muy refrescante.
Efectivamente, es un postre ligero, no sólo es refrescante porque es conveniente consumirlo recién sacado del frigorífico, es refrescante por su gran sabor, así que les aconsejo que no esperen a tener el sueño, háganlo realidad y disfrútenlo. Les encantará.
¡¡ El sueño lo hice realidad !!
¿Cómo prepararlo?
Dividí por dos las cantidades de su receta.
Los ingredientes que usé: un vaso de zumo de naranja natural, un vaso de leche evaporada (Ideal), medio vaso de azúcar, tres huevos, caramelo líquido, un trozo de la piel de una naranja, unos cuantos gajos para adornar.
Los pasos a seguir:
Lavar las naranjas y reservar parte de la piel de una de ellas.
Exprimirlas y reservar el zumo.
Hervir la leche evaporada con la piel de la naranja que habíamos reservado, retirarla del fuego, sacar la piel de la naranja y dejar entibiar la leche.
En el vaso de la batidora echar el azúcar, los huevos, la naranja y la leche mezclando bien todo el conjunto.
Caramelizar el molde y echar la mezcla.
En una fuente especial para hornear echar agua fría y colocar dentro el molde, meterlo en el horno previamente calentado a 180º C, dejándolo hacer durante unos 50 minutos aproximadamente (depende del tamaño del flan, del molde y del horno).
Una vez hecho, sacar del horno y dejarlo enfriar a temperatura ambiente.
Cortar en trocitos pequeños la piel de la naranja cocida en la leche y mezclar con un poco de caramelo y reservar.
una vez frio dejarlo en el frigorífico a fin de que se asiente del todo.
Para presentarlo colocar encima la piel de naranja mezclándola con un poco de caramelo y unos gajos de naranja en un lado del plato.
¡¡ De un día para otro, como indic