Hola a todos,
Llega el entroido!!! llega el carnaval!! como si fuera accionada con resorte, cuando se acerca la fecha y nos ponemos a pensar de que nos vamos a disfrazar este año, apetece comer lo propio. Comenzamos a querer caldo, cocido gallego, filloas, orejas de carnaval… todo lo típico que se prepara en Galicia por estas fechas.
Una de esas recetas del repertorio gastronómico gallego ligado al carnaval son las flores de carnaval. Se trata de una masa que se fríe con la ayuda de un molde quedando con forma de flores finísimas y súper crujientes, os aseguro que son una delicia. Pero eso sí, tienen un requisito indispensable, tener el molde, pero no os preocupéis, suele venderse en ferreterías o tiendas de menaje.
En realidad se trata de una receta un tanto olvidada, no sé muy bien porque. Principalmente es típica de la provincia de Ourense, pero en los últimos años va siendo más habitual verlas a la venta en panaderías y pastelerías, pero siempre por detrás de los postres estrella, las filloas y las orejas.
Quiero darle las gracias a Jota y a Eli por conseguirme este molde en una visita a Allariz, gracias chicos!!
Os animo a que las preparéis, están muy muy buenas y súper crujientes, vale la pena. El proceso no puede ser más sencillo y el resultado de categoría.
RACIONES: 20 ud.
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 30 minutos + reposo
FLORES DE CARNAVAL:
250 ml. LECHE ENTERA
150 gr. HARINA
1 HUEVO
2 CUCHARADAS SOPERAS DE AZÚCAR
2 CUCHARADAS SOPERAS DE ANÍS O COÑAC
1 LIMÓN
1 NARANJA
1 PIZCA DE SAL
1 LITRO ACEITE SUAVE PARA FREIR
1.- Cortamos del limón y de la naranja dos tiras de su monda que emplearemos más tarde para aromatizar el aceite de freír.
2.- El un bol mezclamos todos los ingredientes, la harina, la leche, la sal, el huevo, el azúcar y la ralladura de limón y naranja. Batimos bien hasta que se integren todos los ingredientes y dejamos reposar 30 minutos para que la harina se “abra”.
3.- Ponemos el aceite a calentar en una cazuela con las mondas del limón y la naranja que tenemos reservadas. Cuando estas empiezan a tostarse las retiramos. Introducimos el molde de las flores en el aceite y dejamos que se vaya calentando.
Para freír las flores tenemos que tener bastante aceite, por eso lo ideal es que empleemos un cazo y no una sartén. Así conseguimos mayor “altura” de aceite para freír las flores, ya que en una sartén, no tendría suficiente profundidad.
4.- Antes de comenzar a freír las flores debemos asegurarnos de 2 cosas. Por un lado, el aceite tiene que estar muy muy caliente, y por otro lado, el molde tiene que estar igual de caliente que el aceite. Si no respetamos estas premisas lo que pasará en que la masa no se desprenderá del molde dentro del cazo y ahí tendremos un pequeño problema.
5.- Cuando vemos que tanto el aceite como el molde están en su punto comenzamos el proceso. Mojamos el molde dentro de la mezcla de masa teniendo mucho cuidado de sumergirlo sólo hasta más o menos la mitad de su altura. Escurrimos ligeramente el molde de líquido sobrante y lo introducimos en el aceite bien caliente. En 4 o 5 segundo comprobamos que la flor se va a despegar de nuestro molde, dejamos que se fría unos segundos más y le damos la vuelta. Dejamos que se siga friendo 5 o 6 segundos y retiramos a una bandeja con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite de cada flor.
Entre fritada de flor en flor mantenemos el molde dentro del aceite para asegurarnos de que, cuando volvamos a utilizarlo, se mantiene caliente.
Repetimos el proceso con toda la masa y servimos espolvoreadas de azúcar molido. Os aseguro que son un vicio, es empezar a comerlas y no parar.
Bicos.
Quizá también te interese:
Orejas de carnaval…
Cañas de crema…
Cocido gallego…
Bombones de chocolate con leche y praliné…
Crema de limón con castañas…