Tan solo es necesario tener un molde inoxidable para formar las flores que yo he comprado aquí. Aunque seguramente si rebuscas en los armarios de la abuela encontrarás uno. Y el resto son ingredientes básicos que siempre tenemos en casa: leche, huevo, harina....
Ingredientes:
150 gr harina
1 huevo L
250 ml leche a temperatura ambiente
25 gr azúcar
1 pizca de sal
ralladura de naranja
20 ml Cointreau (o anís)
Aceite girasol para freír
Elaboración:
En el bol de la batidora ponemos la harina tamizada y en el centro el huevo. Añadimos el azúcar, la ralladura de naranja, el Cointreau y por último la leche. Batimos hasta mezclar todos los ingredientes sin que haya grumos. Introducimos en el frigo durante 20 minutos.
Y empezamos el proceso de fritura que es lo más delicado. En una olla o cazo hondo ponemos abundante aceite a calentar. Metemos el molde de las flores en el aceite y dejamos que caliente un par de minutos. Lo sacamos e inmediatamente lo metemos en el bol de la masa sin llegar hasta el borde (lo mojamos 3/4 o sino no se despegarán). Rápidamente metemos el molde en el aceite caliente bien caliente. Por si solas se soltaran del molde, les damos la vuelta con una espumadera y sacamos a un plato con papel absorbente. Repetimos el proceso hasta que terminemos la masa.
(Lo normal es que la primera y segunda flor salgan un poco regular probablemente porque ni el molde ni el aceite estén bien calientes, pero luego el resto saldrán fenomenal).
Una vez que hayan templado las pasamos por un plato lleno de azúcar por ambos lados. Y listas!
Son crujientes, suaves y extra deliciosas. ¿Cuál es vuestro postre tradicional favorito? Cuéntame...
Besos
Laura