Es ponernos a escribir esta entrada y empezar a salivar. Se nos hace la boca agua solo de pensar en lo que tenemos en el horno en este momento. Esta focaccia está más que buena, sabe a Mediterráneo y eso es mucho decir.
La Puddica es un plato típico de la región italiana de Puglia (el tacón de la bota, para entendernos), que además de ser un lugar de ensueño, tiene una gastronomía que te deja sin palabras, lo que en nuestro caso es harto difícil, creednos.
¿Qué necesito? (Para una focaccia del tamaño de una bandeja de horno)
Para la masa:
1/2 kilo de harina más o menos
25 grs. de levadura fresca
250 grs. de leche tibia
125 grs. de mantequilla
Sal
Otros ingredientes:
250 grs. de tomates cherry maduritos
4 dientes de ajo
Pimienta
Orégano u otra especia que os guste
1 chorrito más de aceite de oliva
Sal gorda
¿Cómo lo hago?
La masa de la focaccia es parecida a la de la pizza pero un poco más gustosa.
Normalmente la gente prepara esta masa empezando por los ingredientes secos pero yo prefiero hacerlo comenzando por los líquidos. ¿Por qué? - os preguntaréis. Pues porque así es más fácil controlar la cantidad de harina que necesitamos y porque se ensucia menos ya que lo hacemos todo dentro de un bol.
Ponemos en un cuenco grande la leche templada, en la que hemos disuelto la levadura, y también la mantequilla derretida. Revolvemos y vamos añadiendo poco a poco la harina tamizada mezclada con la sal.
Añadimos harina hasta que nos quede una masa delicada y que ya no se pegue ni a las manos ni a las paredes del bol. Al principio, cuando aún esté líquida la podemos remover con una cuchara pero en cuanto empiece a ser más densa debemos trabajarla con las manos. Una vez la masa esté lista hay que seguir amasando durante unos minutos.
Ahora solo nos queda dejarla levedar hasta que doble su tamaño (1 hora más o menos) en un lugar calentado y lejos de corrientes de aire.
Pasado este tiempo, podemos ya preparar nuestra Puddica.
Primero precalentamos el horno a 220º.
Una vez tengamos la masa lista, la extendemos con los dedos sobre la fuente o molde.
Cortamos los tomatitos por la mitad y los colocamos por toda la masa presionando ligeramente.
Picamos el ajo muy menudito (lo mejor es usar un picador o exprimidor de ajos) y lo esparcimos por toda la focaccia.
Salpimentamos y espolvoreamos el orégano y por último añadimos un chorrito de aceite por toda la superficie. Nosotros lo hemos hecho con un vaporizador, que es más cómodo.
La dejamos en el horno durante 25 minutos más o menos.
¡Y a comer!
Mamma mia, che buona!