Ya termina abril y nos sumergimos de lleno en la efervescente primavera. Para nosotros, los profesores, empieza la época de exámenes, nervios y ansiedad ante el final de curso. Otra vez hay que comenzar con las rutinas propias de esta estación. Cerrar proyectos, diferirlos, abandonar lo perjudicial o consolidar lo positivo.
Los días son más largos, el frío se va alejando y apetece estar en la calle y paseando. Tenemos que ir pensando en que nos iremos despojando de los pesados jerséis, las botas y las bufandas. Por eso las comidas deben aligerarse pues hay que quitarse los "flotadores" que campaban a sus anchas en nuestro contorno. Bienvenidas las frutas y hortalizas a nuestra mesa!!Me encantan las fresas y en su temporada las como a diario. No os podéis imaginar lo bien que casan con la refrescante albahaca. ¡Haced la prueba!
Para 4 personas:
400 g de fresas
250 g de queso Mascarpone o queso crema tipo Philadelphia
2 cucharadas de azúcar glaçe
2 cucharadas de azúcar blanco
1 cucharadita de agua de azahar
1 pizca de agua
1 ramillete de albahaca fresca
nueces
semillas de amapolaSe lavan las fresas, se quita el pedúnculo y se cortan en láminas o en dados pequeños. Se ponen en un recipiente, se agrega un poco de agua y las dos cucharadas de azúcar. Se incorpora la cucharada de agua de azahar y se guardan en la nevera para que maceren unos 15 minutos.
Mientras tanto se prepara la crema de queso. Se pone en un bol el queso y el azúcar glaçe y se bate con una espátula hasta que se integre bien el azúcar. Se reserva.
Se montan los vasitos poniendo en la base las fresas, encima unas cucharadas de la crema de queso y coronando con la albahaca lavada, seca y cortada en tiras con un cuchillo.
Se pone una nuez y las semillas de amapola y se deja en el frío. Se saca del frigorífico en el momento de ir a comerlo.