¡Qué tendrán los humildes huevos que a la mayoría de las personas nos encantan! Desde luego apetecen en casi cualquier momento. Son baratos, se pueden preparar de mil maneras posibles y son nutritivos y ricos en proteínas.
Hoy os traigo esta receta súper-fácil que se prepara en un instante y se puede comer en el desayuno o bie, como yo hice, en la cena.
Como tiene tan pocos ingredientes es mejor que los escojáis de buenísima calidad. Yo hice la tostada o tosta con pan de brioche, pero un buen pan casero de masa madre (o de levadura de panadero) es suficiente para que el bocado sea delicioso.
Para 2 personas:
4 huevos muy frescos
50 g de queso parmesano en lascas o trozos muy finos
2 rebanadas de pan de brioche
aceite de oliva o mantequilla
cebollino fresco
pimienta recién molida
aceite de trufa (opcional) Se pone a calentar el aceite de oliva o la mantequilla en una sartén pequeña. Mientras tanto se van tostando las rebanadas de pan en la tostadora.
Cuando el aceite esté caliente, pero sin humear, se cascan dos huevos por persona en la sartén directamente o en un plato hondo, y se remueve, bajando el fuego, con una espátula o lengua (o con un tenedor vale) vigorosamente.
Se va cuajando el huevo al punto que se desee (a mi me gustan poco cuajados, pero para gustos los colores).
Se pone el huevo sobre la tostada o tosta de pan, se espolvorea con cebollino fresco, se añade sal y pimienta y se colocan unas lascas de queso parmesano por encima.
Yo le puse sal con trufa de Espora Gourmet y un hilo de aceite de trufa al final.
Se disfruta recién hecho.