Ya sabéis que soy partidario de utilizar siempre productos de temporada y en verano hay unas frutas estupendas: melón, ciruela, sandía, melocotón, paraguaya… que demás, apetecen mucho por lo refrescantes que son. Así que vamos a aprovecharlas para hacer un postre increíblemente bueno de frutas de verano con chocolate blanco. Ya veréis como rebañáis el plato ;)
Antes de nada, aclarar que la idea de la receta la he sacado de un compañero bloguero que presentó hace unas semanas estas nectarinas con chocolate blanco y cacahuetes garrapiñados. Y al probarlas me gustaron tanto que quería compartir con vosotros esta versión que he hecho con más frutas. Así que mil gracias a Chema por la idea. Por cierto, no dejéis de pasaros por su increíble blog Cocina mientras puedas.
La receta es bien sencilla: derretir chocolate blanco con un poco de leche y mezclarlo con un yogur griego. Poner la “salsa” en la base de un plato y sobre ella, melocotón, nectarina y paraguaya troceadas. Para terminar colocamos unos cacahuetes garrapiñados que le darán el toque crujiente al plato.
Frutas de verano con chocolate blanco
Servings: 4 personas
Time: 15 min
Difficulty: fácil
Ingredientes:
1 melocotón
1 nectarina
1 paraguaya
1 tableta de chocolate blanco
1 yogur griego azucarado
Un chorrito de leche
Cacahuetes garrapiñados (o almendras garrapiñadas)
Cómo hacer un postre de frutas de verano con chocolate blanco:
Troceamos el chocolate blanco y lo ponemos a derretir al baño maría con un chorrito de leche. Cuando se haya fundido lo mezclamos con el yogur griego y removemos hasta integrar los dos ingredientes. Dejamos reposar para que pierda temperatura.
Mientras, pelamos y troceamos la paraguaya, la nectarina y el melocotón.
Colocamos en cada plato un par de cucharadas de la salsa de chocolate de blanco y sobre ello disponemos las frutas troceadas, calculando que hay tiene que dar para cuatro platos.
Finalmente colocamos unos cuantos cacahuetes garrapiñados en cada plato.
Degustación:
Este postre de frutas de verano con chocolate blanco lo tiene todo, es dulce con un ligero toque ácido, suave, cremoso y con al crujiente que aportan los cacahuetes garrapiñados. La combinación perfecta para sorprender a cualquiera. Y os aseguro que no encontraréis a nadie al que no le guste, es más, todos rebañarán el plato ;)