Niños bien instalados y muchísimas ganas de pasarlo bien. El viernes a media mañana cogimos el avión a Coruña y primera parada en Tira do playa, vistas brutales a la bahía, lo siguiente que ves, New York, New York, nada más y nada menos. Empezamos con unos camarones, por supuesto empanada gallega que vais a leer insistentemente en las próximas líneas y unas zamburiñas maravillosas. De segundo una lubina a la brasa indescriptible, simplemente espectacular. Empezar con algo tan bueno puso el listón bien alto a las siguientes comidas, a ver si conseguimos mantener el nivel. Empezamos y seguimos todo el fin de semana con el mejor Albariño, Pazo Señorans, al que le dedicaré un post especial.
Siguiente parada en el puerto de San Xenxo, en el mesón marisquería a, Goleta. Empezamos con croquetas de marisco, pimientos del piquillo, que como bien sabéis unos pican y otro no, la obligada empanada gallega que sigue sin defraudar y de segundo para unos una buena carne a la piedra y para otros un rodaballo al horno maravilloso. Postres de la zona, queso y membrillo, filhoas y canutillos, un buen final de día.
El sábado empezamos con visita y cata a Pazo Señorans, obligatorio si vais por la zona, como os he dicho antes, este albariño se merece un post único. Sólo os adelantaré que no es una leyenda, es cierto, no da resaca, dolor de cabeza ni sucedáneos, comprobado sin remilgos.
El tiempo ha acompañado como no suele pasar en Galicia, temperatura de verano y sol fantástico, así que pudimos comer en la playa, en San Vicente-Xeixeliño. Nécoras buenísimas y pulpo a la gallega y de segundo un arroz con bogavante fantástico. Las vistas de las rías con el mar y cielo azul intenso acompañaron la fantástica comida.
Para cenar, d´Berto, marisquería que recibió el 1º premio mejor restaurante de pescado y marisco de España 2014. Todas las comidas hasta ahora habían sido francamente buenas y recomendables pero d´Berto fue el súmmum. Hasta el pan es digno de mención. Los percebes, bogavante frito, la empanada gallega y de segundo merluza a la gallega para unos y lubina a la espalda para otros. Calidad sublime en cada uno de sus platos. De obligada visita si vais por la zona.
El domingo comimos en Santiago de Compostela, que ciudad tan maravillosa. Nos despedimos con un buen pulpito, choricito a la gallega, una refrescante picada y tapas varias a cual más buena.
Las patatitas gallegas se merecen también una mención especial. Acompañan casi todo los pescados, son pequeñitas, blancas y muy tiernas, tienen una textura suave y sabrosa. Os encantarán.
Este fin de semana nos hemos centrado en el pescado y marisco, pero Galicia tiene una carne fantástica que probaremos en nuestra próxima escapada. Anfitriones, no dudéis que volveremos!
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